El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, advirtió este martes sobre el riesgo de "un crecimiento exponencial" de contagios si se flexibiliza demasiado la cuarentena, pese a que el país continuó con la tendencia a la baja de los casos de coronavirus y cumplió el tercer día consecutivo con menos de 400 víctimas fatales, lejos de las más de 900 que registraba semanas atrás, aunque casi 50 más que el lunes (333).

Con la mitad de las víctimas del país concentradas en la región norteña de Lombardía, el jefe de Gobierno cerró hoy una gira de dos días por las ciudades más golpeadas de la zona, durante la que aseguró que "no se puede hacer más" para aflojar las restricciones porque "si no corremos el riesgo de crecimientos exponenciales de los contagios".

"Hemos dado un pequeño paso hacia adelante, que para algunos no es suficiente, pero no podemos hacer más. Soy el primero que quisiera aflojar las medidas, pero por ahora debemos seguir actuando así", agregó el líder del país con más muertos por coronavirus de Europa, más de 27.000, y el segundo en esta categoría detrás de Estados Unidos. El número de contagios desde que se inició la pandemia superó los 200.000.

"No podemos permitirnos tener una situación fuera de control, y necesitamos actuar con sabiduría y prudencia", planteó Conte, parafraseando el pedido que hizo este martes el papa Francisco durante su misa matutina en el Vaticano, en lo que pareció un aval implícito a la decisión del premier.

"En este tiempo, cuando empezamos a tener disposiciones para salir de la cuarentena, le pedimos al Señor que le dé a su pueblo, a todos nosotros, la gracia de la prudencia y la obediencia a las disposiciones, para que la pandemia no vuelva", expresó Francisco.

La justificación de Conte se da mientras continúa la polémica por la flexibilización gradual de la cuarentena que el premier dispuso el domingo y que supone una reapertura escalonada de distintos rubros a partir del 4 de mayo.