El chofer de un micro que estaba a punto de partir con chicos de primaria de la localidad bonaerense de Rafael Castillo que se iban de viaje de egresados dio positivo en un control de alcoholemia.

Su registro ascendió a 1,39 gramos de alcohol en la sangre, cuando los conductores de transporte público están obligados a que sea nula la presencia de esa sustancia en su organismo.

El hecho se produjo en las últimas horas de anoche en la puerta de la Escuela 191, de esa localidad del partido de La Matanza.

Cuando el micro de la empresa Rutatlántica se encontraba a punto de partir con chicos de sexto grado que iban a iniciar un viaje de egresados, a un grupo de padres le pareció extraño el estado del chofer, un hombre de 60 años, por lo que llamaron a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).

Inspectores del organismo se presentaron en el lugar y le realizaron al conductor un control de alcoholemia, que arrojó que tenía un nivel de 1,39 miligramos de alcohol por litro de sangre, cuando en los conductores de transporte público debe dar 0 y en particulares el nivel permitido es de 0,5.

 A partir de ese momento se registró un momento de tensión con los padres presentes, muchos de los cuales increparon al chofer. El micro quedó secuestrado y el conductor fue llevado a la comisaría local, aunque no quedó detenido.

El subdirector de la CNRT, Jorge Ceballos, dijo que el chofer "se negó a realizarse la contraprueba", mientras que no realizó explicación alguna en cuanto a su estado de ebriedad.

El funcionario, en declaraciones al canal TN, pidió la colaboración de los municipios en este tipo de casos, por cuestiones jurisdiccionales.

El incidente en La Matanza se produjo a pocos días de un grave accidente ocurrido en Lezama, donde un ómnibus con alumnos egresados de una escuela de Benavídez que transitaba por la Autovía 2 hacia la Costa Atlántica volcó, con el saldo de dos niñas fallecidas.