Siete poles y ocho victorias para confirmar que el piloto británico es el rey de Hungría.

Lewis Hamilton se llevó la victoria por delante de Max Verstappen y Valtteri Bottas en un gran premio donde demostró el verdadero abuso de Mercedes. Dobló hasta el cuarto clasificado. 

En la carrera, la lluvia también fue protagonista en su inicio. Apareció antes del inicio y con una pista ligeramente mojada, la mayoría de pilotos optaron por salir con el neumático intermedio y ello provocó sus sorpresas.

Hasta el punto de que un Verstappen se iba contra las protecciones al ir a la grilla para colocarse en su posición de salida. Por suerte para él, su equipo pudo arreglar los desperfectos en menos de 15 minutos y pudo disputar la carrera para quedarse con un segundo puesto que parecía imposible después de las malas sensaciones durante todo el fin de semana. 

Todo el caos de la carrera sucedió en las primeras vueltas. En la propia salida los pilotos de la derecha fueron los que más sufrieron. Bottas pasó de la segunda posición a la sexta plaza, complicándose la vida al igual que un Pérez que comenzaba tercero y que acababa la primera vuelta en la séptima posición.

Carlos Sainz fue uno de los que mejor salió. Llegó a adelantar al mexicano, pero el español se vio obstaculizado en la primera curva por los dos Ferrari. El español salió de la primera curva en la octava posición. Mientras, Lewis Hamilton fue el gran beneficiado. Arrancó con comodidad en el liderato ante un Lance Stroll que llegó a posicionarse en la segunda posición.

Sin embargo, la clasificación cambió en solo cinco vueltas. La mayoría de los pilotos tenían que entrar en boxes para poner neumáticos de seco, dejando la carrera con Hamilton en primera posición con el neumático medio por delante de Verstappen. 

Hamilton no tuvo rival y Verstappen pudo aguantar la presión de Bottas en los minutos finales para así evitar un nuevo doblete de Mercedes. 

El piloto Lance Stroll rodó con comodidad toda la carrera y firmó una importante cuarta plaza para el equipo.

En las vueltas finales, Albon arrebató la quinta a plaza a Vettel. Ferrari volvió a demostrar su poco ritmo de carrera. El desastre en la Scuderia se completaba cuando a falta de diez vueltas Sainz arrebataba la décima plaza a Leclerc. 

Lando Norris no llegó a tener un buen día. Mala salida y horrible parada que lo dejó en las últimas posiciones durante toda la carrera.