Durante este fin de semana, la Policía de Córdoba identificó distintas reuniones clandestinas en Las Varillas, Río Cuarto, Adelina María, Tulumba, General Deheza, Coronel Modes, La Carlota y Córdoba capital, que infringieron las disposiciones sanitarias de distanciamiento social, en el marco de la pandemia.

Durante la madrugada del domingo, el personal policial y agentes municipales de Las Varillas irrumpieron una fiesta privada con más de 75 asistentes en un campo ubicado en la zona suburbana, al sureste de la ciudad. 

Las personas que estaban violando las medidas sanitarias para evitar la propagación del Covid-19 fueron identificadas y se dio por terminado el mismo, aplicando las actuaciones administrativas correspondientes.

En tanto, en Río Cuarto, la Policía y el Edecom desarticularon eventos clandestinos en tres domicilios de la ciudad, con más de 100 personas que fueron identificadas y notificadas por el incumplimiento al DNU en contexto de la emergencia sanitaria, reportó Puntal. 

Los propietarios de las viviendas fueron puestos a disposición de la Justicia e imputados por la comisión de Atentado a la Salud Pública, al mismo tiempo que se notificó a los asistentes. 

En Adelia María, vecinos de la zona denunciaron que había música alta y presencia de vehículos en una quinta, pero al llegar personal policial se dieron a la fuga. 

Mientras que en la localidad de General Deheza, fueron detenidas 11 personas, entre las que habían menores de edad, mientras realizaban una fiesta con karaoke.

Por otro lado, el un campo de La Carlota, 15 personas fueron notificadas por realizar un festejo no permitido en el marco de la pandemia. 

Y en barrio San Martín, de la ciudad de Córdoba, personal de Espectáculos Públicos y la Policía de Córdoba clausuraron el bar "Coyote" por haber funcionado fuera del horario permitido, informó Cadena 3. 

En barrio Alberdi, de la capital provincial, también se debió interrumpir una reunión social con unas 21 personas.

Finalmente, el sábado a la tarde, en Tulumba, en un salón se advirtió de una celebración religiosa de culto evangélico con 19 personas.

Ante la presencia de las autoridades policiales, los organizadores procedieron a aplicar el protocolo para que la celebración pudiera continuar.