En una jornada clave del juicio, Néstor Aguilar Soto, acusado del homicidio de Catalina Gutiérrez, declaró ante el jurado popular. “No hay día que no me arrepienta de lo que hice”, expresó el joven de 22 años, quien enfrenta la acusación de homicidio criminis causa por el crimen ocurrido el 17 de julio de 2024 en la ciudad de Córdoba.

Durante la audiencia, Soto mostró cómo llevó a cabo la maniobra con la que asfixió a su compañera de la Facultad de Arquitectura de la UNC. Además, intentó desvincularse de la figura del femicidio y aseguró que su intención es "defenderse" de la imputación.

Soto negó que se tratara de un femicidio

El acusado pidió que no se lo juzgue por violencia de género. "Mi vida era perfecta y ahora estoy en una cárcel. Soy un homicida, pero no un femicida", sostuvo ante el tribunal.

Asimismo, recordó que el día de su detención, le pidió a un policía que buscara al padre de la víctima para que lo matara. “Cuando admití que había sido el autor del crimen, le pedí a un policía que busque a Marcelo (padre de Catalina) para que me mate por lo que había hecho”, relató.

Un cambio en la imputación y una reconstrucción en el juicio

Inicialmente, Soto estaba imputado por homicidio calificado por alevosía, pero el fiscal Marcelo Sicardi modificó la acusación a homicidio criminis causa, bajo la hipótesis de que el acusado golpeó a Catalina y luego la asesinó para evitar que lo denunciara.

Durante la audiencia, y a pedido del fiscal, Soto recreó la maniobra con la que asfixió a la víctima, utilizando a su abogada defensora como modelo.

En su testimonio, reconoció su responsabilidad, aunque en reiteradas ocasiones se mostró preocupado por cómo es retratado en los medios y por el trato recibido por los allegados de Catalina.