Poco después de las 18 de este miércoles despegó desde el aeropuerto de Ezeiza hacia Shangai, el Airbus 330-200 de Aerolíneas Argentinas, el primero de una serie de vuelos que traerá al país insumos médicos para atender a enfermos de coronavirus que fueron donados por el gobierno de China. Se trata de un vuelo histórico y sin precedentes ya que es un viaje de tres días, con una escala técnica y los 17 tripulantes no descenderán de la nave para evitar cualquier riesgo de contagio.

En el medio, el avión de la línea de bandera --que será conducido por doce pilotos voluntarios-- hará una escala en Auckland, Nueva Zelanda, donde cargarán combustible para continuar viaje. Además la tripulación está compuesta por cuatro mecánicos, y una despachante, la única mujer del equipo. La ruta fue especialmente diseñada y es similar a la de los vuelos transpolares que Arolíneas hacía años atrás. Abarcará unos 38.200 kilómetros y pasarán cerca de la Isla de Pascua, del sur de Samoa, y de la isla de Fiji.

Uno de los contratiempos que puede llegar a tener la misión es la incautación o retención de los insumos, en el caso de tener que hacer alguna escala de emergencia, por parte de las autoridades del país en el que el avión hiciera la parada. Esto le sucedió a Brasil cuando Estados Unidos retuvo una carga proveniente desde China y también a España en una escala en Turquía. "El desafío es doble: hacer el vuelo y que no nos confisquen los insumos. Estoy ilusionado con que todo salga todo bien", dijo el comandante del vuelo, Pablo Biró, en un audio que circuló la noche anterior al despegue. Según el plan de vuelo, el avión tiene previsto traer 13 toneladas de insumos médicos.