La sorprendente forma en que realmente nadan los espermatozoides
Hace más de 300 años, el científico neerlandés y pionero de la microbiología Antón van Leeuwenhoek describió el movimiento del espermatozoide humano como un "culebreo" de lado a lado de la cola del gameto que lo impulsaba hacia adelante.
Esa versión, universalmente aceptada por la ciencia a través de los siglos, acaba de ser desmentida por una investigación conjunta de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, y la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.
Los científicos utilizaron tecnología y análisis matemático de punta para reconstruir una imagen en tres dimensiones del verdadero movimiento de la cola del espermatozoide.
"En ningún momento sabíamos qué íbamos a encontrar y nos tomó por sorpresa", dijo a BBC Mundo el doctor Hermes Gadêlha, profesor titular de matemáticas aplicadas y modelado de datos de la Universidad de Bristol.
"El problema es que creemos ciegamente en lo que vemos y pensamos que lo que vemos es la realidad definitiva y nos olvidamos que eso todavía es sólo parte de la realidad", expresó.
Anton van Leeuwenhoek
Teoría del siglo XVII
Este descubrimiento echa por tierra, más de 300 años después, las observaciones de Antonie van Leeuwenhoek, quien usó uno de los primeros microscopios para describir el esperma humano como si tuviera una "cola que, al nadar, se mueve como una serpiente, como las anguilas en el agua", recuerda el comunicado.
Al ser visto con microscopios de dos dimensiones, el rápido y sincronizado movimiento del espermatozoide crea la ilusión que la cola culebrea de lado a lado de forma simétrica, "como anguilas en el agua", tal como lo describió van Leeuewnhoek en el siglo XVII.
Pero resulta que el aleteo del espermatozoide es asimétrico, sucede de un solo lado. Es como remar una canoa con un solo remo y eso, como sabemos, produce un movimiento circular.