Comunidad de Sanavirones honrará a su cacique asesinado hace 46 años
La Comunidad de Sanavirones Kancharys del Xanaes, de la ciudad de Río Segundo y cuadrantes de la región de la ciudad de Córdoba, realizará este sábado una ceremonia de reverencia étnica, con motivo de cumplirse 550 lunas (46 años) del fallecimiento de su Nahuan Sayri, Luis Eduardo Santillán, referente étnico ultimado en confusas circunstancias el 28 de septiembre de 1974, cuando tenía 22 años.
El acto de homenaje a Santillán tendrá lugar a las 11, en la sede de la Dirección de Espacios Verdes de la Municipalidad de Córdoba, en el Parque Sarmiento. La ceremonia se hará cumpliendo los protocolos sanitarios vigentes y estará reducida a la presencia de 9 personas, que representarán a las instituciones que avalan este recordatorio.
Luis Eduardo Santillán era un joven militante social que se desempeñaba en la zona de Cruz del Eje. Sus últimas horas con vida y el destino de su cuerpo son todavía hoy motivo de dudas entre la Comunidad de Sanavirones Kancharys y sus familiares.
La versión de que habría sido asesinado por la Triple A en algún lugar del Valle de Punilla tiene muchos puntos oscuros según el testimonio de quienes conocieron a Santillán. El destino de su cuerpo también está en duda, ya que hay dos tumbas en las que supuestamente están sus restos, una en Cruz del Eje y otra en Río Segundo.
Tanta incertidumbre motivó que a principios de este año se hiciera una presentación ante la Justicia Federal de Córdoba para que se investiguen los hechos relacionados a la muerte de Santillán. Pero la pandemia puso un nuevo obstáculo al reclamo de justicia y certeza de los allegados al joven referente de la etnia sanavirona.
Por su carisma y compromiso social, Luis Eduardo Santillán se transformó en un referente en los agitados tiempos que se vivían en la Argentina de la primera mitad de la década del ’70. Para la Comunidad de Sanavirones Kacharys, el joven se transformó en su líder natural, siendo su nombre étnico Inti Kundur Iskawuary Sinchy Sayry, que significa “cóndor del Sol, valeroso, e indomable”; en tanto que Sayri significa “príncipe del bien que ayuda a los necesitados”.
La ceremonia de este sábado cobra trascendencia ya que está avalada por la Fundación de las Ciencias Forenses, Criminología y Victimología, y permitirá a la comunidad originaria ser presentada ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), a los fines de impedir que sea considerado como un estado extinguido, por la ausencia de ceremonial étnico, situación acentuada por la muerte de su líder Sayri.