Merkel advierte que Alemania enfrenta un “nuevo virus más letal” y anuncia confinamiento estricto
La canciller alemana Ángela Merkel anunció de madrugada el endurecimiento de las medidas para combatir el coronavirus tras una reunión que duró cerca de 11 horas entre el Gobierno central alemán y los 16 estados federados.
Alemania obligará a todos los viajeros a hacerse un test PCR negativo al llegar al país desde cualquier lugar del mundo, aunque no sea considerado zona de riesgo.
Ante el repunte de la incidencia, anunció un cierre general para Semana Santa y obliga al comercio minorista de la mitad del país a bajar de nuevo la persiana.
En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de gobierno de los 16 estados federados acordaron en una tensa reunión de 11 horas este paso, ante el ímpetu que ha tomado la tercera ola del Covid-19 -con la variante británica ya como mayoritaria- cuando aún no se había aplacado completamente la segunda.
La incidencia acumulada a siete días se situó este lunes en los 107,3 casos por cada 100.000 habitantes, cuando el 15 de febrero era de 58,9 (tras los 197,6 del 22 de diciembre). En las 24 horas previas se registraron en Alemania 7.709 positivos y 50 muertos. Más de 3.000 personas se encuentran ingresadas con covid en ucis.
El acuerdo incluye prolongar las restricciones generales hasta el 18 de abril, reducir los contactos interpersonales a una persona no conviviente y prevé incluso los toques de queda en las localidades en las que la incidencia acumulada sobrepase los 100 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en siete días.
Para hacer llegar la orden, la canciller Angela Merkel convocó una rueda de prensa que comenzó apenas unos minutos antes de las 3 de la madrugada. Y debido al horario tan poco habitual, fue al grano y comenzó: "Desaconsejamos todos los viajes al extranjero, en general todos los viajes que no son estrictamente necesarios".
Asimismo, la canciller advirtió que la situación es “muy grave” y apuntó la importancia de no “sobrecargar el sistema sanitario”. “Tenemos una nueva pandemia con la propagación de la variante británica”, señaló Merkel e indicó que esta mutación es “más mortífera, más infecciosa” y provoca convalecencias más prolongadas.
Además, Merkel agregó que el país se debe preparar para los días de vacaciones: "Vemos la intensidad del crecimiento exponencial y creo que los días extra de Semana Santa serán una contribución a los esfuerzos para controlar la pandemia".
Finalmente, la canciller admitió que "ahora estamos en una situación muy grave" y que ese es el motivo por el cual "era absolutamente imprescindible emplear el freno de emergencia".