Limpian los muros del Palacio 6 de Julio para que vuelva a lucir como en la década del 60
El Palacio 6 de Julio está atravesando la última etapa de avances en la obra que le devolverá su estética original, aquella que fuera proyectada en 1953 y que lo convirtió en uno de los grandes exponentes en el país de la arquitectura brutalista, característica de aquella época.
Sin embargo, a partir de su inauguración en el año 1961, las sucesivas administraciones fueron anexando elementos impropios del estilo, eliminando sus principales rasgos e invisibilizando otros.
Entre ellas se encuentran numerosas capas de pintura colocadas sobre el hormigón a la vista o crudo, característico de la corriente brutalista que popularizó en todo el mundo el arquitecto, urbanista y pintor franco-suizo Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier.
Una de las obras en ejecución es la remoción de pintura con una innovadora técnica conocida como “soda blasting”, más práctica, efectiva y amigable con el ambiente que otros métodos similares como el arenado y el hidrolavado.
Además, este método tiene otros beneficios: no es tóxico, por lo que no genera daños paralelos y se disuelve fácilmente en agua, es decir que no deja restos ni manchas de ningún tipo.
El soda blasting se utiliza además para limpiar superficies compuestas por materiales como aluminio, acero inoxidable, ladrillo, piedra, vidrio, fibra de vidrio, madera, plástico y sellos, entre otros.
Dos máquinas en simultáneo trabajan en la sede del poder ejecutivo municipal. Los trabajos se efectúan tanto en interiores como exteriores, a nivel del suelo y en altura.
Mediante presión de aire comprimido, se aplica bicarbonato de sodio, que atomiza la superficie para levantar la pintura. De esta manera, el hormigón original queda al descubierto, lo que permite identificar a simple vista la estética brutalista del diseño original.
Una vez terminada la limpieza, se le aplicará un impermeabilizante transparente que permitirá proteger los poros y que de esta forma el hormigón no acumule humedad, ollín ni grasa del ambiente. De esta forma, el material no se curte y mantiene su apariencia.
Para dejar en condiciones el mármol, por otra parte, se realizará un pulido, que tiene como fin nivelar y limpiar el material. Así quedará parejo y con un aspecto prolijo y brillante. Por último, una capa de teflón lo protegerá del exterior y se ocupará de preservar su aspecto.
La obra está a cargo de la constructora CEDE. A su vez, esta trabaja con Master Soda Clean, encargada de proveer la tecnología, la única empresa en el país que ofrece este servicio. Ambas son originarias de la ciudad de Córdoba.
Esta última intervino anteriormente los edificios de Tribunales, la Legislatura provincial y la Lotería de Córdoba, por mencionar algunos ejemplos. Hoy quitan las cuatro manos de pintura que cubren las paredes de la sede del municipio.
Los trabajos son supervisados por Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos de la Nación al tratarse de un sitio de gran relevancia cultural.
De esta forma, luego de más de 60 años desde su inauguración, y por decisión del intendente Martín Llaryora, el edificio finalmente volverá a recuperar el aspecto original que lucía en sus comienzos.