La primera nieta recuperada en Córdoba recibió el nuevo DNI con su identidad real
La Municipalidad de Córdoba, a través del Registro Civil dependiente de la Secretaría de Gobierno y Gestión General de Gabinete, hizo entrega del nuevo ejemplar que corona su larga lucha por el derecho a la identidad, asistida por los Organismos de Derechos Humanos que la acompañaron.
Astrid, con el nombre que sus padres Gabriela Carabelli y Omar Nelson Patiño habían elegido – y con el cual la habían inscripto en 1973 -, realizó, acompañada por autoridades municipales, los respectivos trámites para cambiar su identidad restituida, y con ello lograr la emisión de su nueva licencia de conducir y su reinscripción en la página Vecino Digital, plataforma de ingreso a todos los servicios municipales que valida la identidad del vecino a través de Ciudadano Digital.
“Realmente recibir el DNI, en este momento y después de un largo proceso de restitución de identidad, lo cual implica construir la identidad interiormente y poder armar la historia confirmándola socialmente, poder portar la identidad en la documentación, cierra un ciclo y habilita otro para poder sintetizar y unificar en uno solo, toda la historia. Es muy sanador y muy significativo”, sostuvo Astrid en reunión en la que participó junto al Secretario de Gobierno y Gestión General de Gabinete, Miguel Siciliano y funcionarios de su cartera.
“Agradecida con cada uno de los que estuvieron involucrados: los tres poderes del estado, instituciones de Derechos Humanos, y los distintos organismos que se preocuparon y comprometieron en ayudarme, más allá del cargo, sino humanamente, en este proceso que está empezando y que hay mucho más para hacer” agregó.
En dicho encuentro Miguel Siciliano expresó: “se trata de un momento histórico para el municipio. Un acto de justicia y reivindicación que nos enseña que la memoria, la verdad y el trabajo conjunto dan enormes resultados, y que reafirma nuestro compromiso de seguir gestionando con los distintos organismos y profundizando en Políticas de Derechos Humanos”.
Su historia
Astrid es hija de Gabriela María Carabelli, secuestrada, el 2 de abril de 1976 y trasladada al Centro Clandestino de Detención y Exterminio “La Perla”. Su padre, Omar Nelson Patiño, fue secuestrado el 28 de diciembre de 1977, en Capital Federal. En enero de 1978 fue trasladado a Córdoba por un grupo de tareas a La Perla. Sus progenitores fueron asesinados y desaparecidos. Astrid fue inscripta luego con datos falsos en un proceso de adopción.
“Mi papá y mi mamá estaban separados, y cuando mi papá se enteró que nos secuestraron, dejó todo y salió a buscarme”. Pasó todo ese año y 1977 recorriendo el país. “Lo terminan secuestrando por buscarme, con mi fotito en el bolsillo, el 28 de diciembre de 1977” comenta, “y lo trasladan a La Perla donde finalmente lo matan el 4 de enero de 1978, contó Astrid Patiño Carabelli”.
La primera nieta recuperada en Córdoba por Abuelas de Plaza de Mayo en 1984, recordó que en aquel momento, la justicia dispuso “que se quedara con la familia que la adoptó”. Recalcó que esa familia, “no eran militares, ni personas que buscaron robarse una niña”, aunque en ese momento de esas cosas “no se hablaba”.
En 1983, Abuelas solicitó en la causa caratulada “Chorobik de Mariani María Isabel” que se investigara el paradero de la niña. Asunto que fue remitido a la Justicia Federal de Córdoba. Al año siguiente, luego de una búsqueda nacional e internacional, fue localizada por la filial Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo, con otra identidad. Había sido adoptada por un matrimonio de esta ciudad.
En 2000 la Jueza Federal Cristina Garzón de Lazcano a pedido de la fiscala Graciela López de Filoñuk ordenó el archivo de la causa. Años después la querella de Sonia Torres incluyó el expediente inicial como prueba en la “Megacausa La Perla”. Durante el mencionado juicio Mirta Amelia Patiño, tía de Astrid, testimonió y fue ahí que el fiscal Facundo Trota remitió las actuaciones a la fiscalía Federal Nº3 para su tratamiento.
En 2001, Astrid se constituyó en querellante y solicitó la restitución de su identidad biológica. Los fiscales Carlos Gonella y Facundo Trotta acompañaron el pedido que luego tramitó el Juez Federal Vaca Narvaja. En junio de este año, Astrid recibió la sentencia que por fin unió la historia de vida de su familia.