Talleres perdió la Copa Argentina con Patronato
Talleres dejó pasar una chance histórica y perdió 1 a 0 con Patronato de Paraná por la final de la Copa Argentina. El encuentro se desarrolló en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, que contó con un marco impresionante, con la presencia de 30 mil hinchas albiazules.
Un gol increíble de Tiago Banega puso cifras definitivas al encuentro, que determinó que el Patrón es el nuevo campeón. Además, el conjunto de Facundo Sava disputará la Copa Libertadores 2023 y la Supercopa Argentina contra Boca en Abu Dhabi.
Es la segunda vez consecutiva que Talleres pierde una final de Copa Argentina. Cabe recordar que en la edición de 2021, el Matador cayó 5 a 4 por penales ante Boca, luego de un 0 a 0 en tiempo reglamentario.
En los primeros minutos, Talleres fue una "tromba". Tuvo la primera clara e los pies de Diego Valoyes, que remató de "cachetada" y casi la clavó al ángulo. La "T" arrancó con más intensidad que el elenco dirigido por Facundo Sava.
A los 12 minutos, una jugada preparada desde un córner de Rodrigo Garro terminó con un latigazo impresionante de Gonzalo Álvez, que obligó al arquero Facundo Altamirano a despejar con una volada impresionante. En el primer tramo, la "T" merecía más.
A los 18, Michael Santos tuvo el primer gol a sus pies. Cara a cara con Altamirano la agarró "mordida" y definió desviado. A esa altura, el dominio del conjunto de Javier Gandolfi ya era total. Tal era la superioridad de la "T" que Patronato incurrió en continuas faltas que intentaron entorpecer el juego albiazul.
A los 38, Álvez asistió exquisitamente a Valoyes, que cruzó un zurdazo impreciso que se fue lejos del arco del Patrón. El primer tiempo terminó con un sabor amargo para Talleres, que mereció mucho más.
En el complemento Patronato siguió llenándose de amarillas y Talleres en plan de ataque. A los 6 minutos, Enzo Díaz cabeceó un medido centro de Garro en la primera importante de la "T".
Los minutos corrían y el miedo a perder se fue apoderando de ambos equipos, por lo que el juego se diferenció mucho de lo que había sido en el primer tiempo. La gente empujaba para que el Matador no bajara los brazos y fuera por el triunfo.
A los 20 llegó la primera ocasión nítida para Patronato con un sablazo de zurda de Marcelo Estigarribia, que agarró bien posicionado al arquero Alan Aguerre, que casi no había tenido trabajo. El Patrón empezó a animarse un poco más y se ubicó unos metros más lejos de la valla de Altamirano.
Con el partido roto y en medio de un clima apasionante, con mucha pierna fuerte, llegó el insólito gol de Patronato. Banega guapeó tras un rebote, se tiró a trabar con el alma y, de rebote, la pelota sobrepasó al arquero albiazul.
Los últimos minutos tuvo a Talleres desesperado por la igualdad, pero no tuvo claridad para encontrarla. El tiempo corrió y, rechazando toda pelota que se acercaba al área, el Patrón selló un triunfo histórico que, aunque descendido, lo metió en la próxima Copa Libertadores y la Supercopa Argentina (jugará en Abu Dhabi ante Boca).