Estamos acostumbrados que en las redes surjan desafíos de todo tipo y en los últimos días, en Instagram y Facebook, muchos usuarios se prendieron en el juego de comparar su foto actual con otra con rasgo de envejecimiento. 

Aunque esta aplicación lleva un par de años apareciendo en los rankings de "apps más utilizadas", el uso de la aplicación podría contener un riesgo inherente.

Los desarrolladores rusos, creadores de la aplicación, advierten que la aplicación utiliza una forma de inteligencia artificial (IA), conocida como red neuronal, para escanear rostros y hacerlos más jóvenes, mayores, de otro sexo o más atractivos.

El problema está en que al momento de instalarse, utiliza una política de privacidad bastante estándar, lo cual deja al usuario vulnerable en su privacidad. Además, una de las normas de uso que el usuario acepta, es que si vende su negocio, los datos de los usuarios van para el comprador.

Las redes neuronales necesitan "aprender", y mientras más información contenga su base de datos, mejores serán sus resultados. 

Ahora, imagínese esta situación, si se necesita desarrollar una aplicación para reconocimiento de rostros o identificación de personas, que mejor que alimentar la base de datos con millones de usuarios por todo el mundo.

El reconocimiento facial se está convirtiendo uno de los elementos clave de la identidad digital y, por lo tanto, los usuarios deberían proteger y resguardar su imagen facial de la misma manera que deberían proteger otros datos privados.