Investigan la prevalencia de infecciones de transmisión sexual en personas gestantes
El virus del papiloma humano (VPH) forma parte de un grupo diverso de virus que infectan la piel y el epitelio mucoso. En la actualidad se identificaron más de 100 variantes o genotipos de este virus. Algunos son de bajo riesgo (provocan lesiones benignas), mientras que otros son de alto riesgo y se asocian al cáncer de cuello de útero y otros cánceres.
Las numerosas investigaciones sobre VPH señalan al genotipo de alto riesgo como la causa necesaria no suficiente para el desarrollo del cáncer de cuello de útero. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata del cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604 mil nuevos casos y 342 mil muertes en 2020.
En el Instituto de Virología José María Vanella (Facultad de Ciencias Médicas-UNC) un grupo de investigación trabaja desde hace años en la detección de infecciones de transmisión sexual (ITS) en personas gestantes, principalmente con VPH y clamidia.
“Cada vez existen más reportes que sugieren que la infección por VPH también puede ser adquirida por vías no sexuales y una de ellas podría ser la transmisión madre hijo/a durante el período perinatal: a través del canal de parto o después de la rotura prematura de las membranas amnióticas, entre otras causas”, detalla Jessica Mosmann, del laboratorio “Chlamydias y VPH”, y una de las responsables del proyecto de investigación.
La investigadora explica que las ITS en personas gestantes tienen un doble impacto ya que además de la infección en la persona adulta, pueden ser transmitidas al niño o niña, lo que podría generar patologías durante el período neonatal o luego de años.
“Se presume que el estado de inmunosupresión en el embarazo causaría una infección más agresiva por VPH y el segundo trimestre es el más vulnerable”, indica Mosmann a UNCiencia y advierte que una de las patologías que puede presentarse en el niño o niña es la papilomatosis respiratoria recurrente.
“Una enfermedad benigna pero compleja, que provoca verrugas en los canales respiratorios y demanda cirugías por obstrucción de las vías aéreas”, describe la especialista.
Cifras en Córdoba
Para el desarrollo de este proyecto las investigadoras parten de estudios preliminares del Instituto Vanella. Entre 2017 y 2019 el equipo de trabajo halló un 69% de detección positiva para VPH en mujeres de 15 a 42 años de la ciudad de Córdoba que se encontraban cursando el tercer trimestre de embarazo. Además, en el 79% de los casos se detectó al menos un genotipo de alto riesgo.
“Se trata de una cifra considerable, pero si tenemos en cuenta que son números anteriores a la pandemia, que impactó significativamente en la reducción de actividades de monitoreo y tratamiento de numerosos agentes microbianos, sería interesante comparar con un nuevo estudio epidemiológico post pandemia”, afirma Mosmann.
Para Lucía Ghietto, también responsable del proyecto, los estudios preliminares son una alarma encendida que señala la necesidad de realizar investigaciones sistemáticas en esta población de riesgo. “A partir de un nuevo trabajo post pandemia esperamos encontrar una prevalencia de VPH similar o aún mayor que la ya detectada”, asegura la investigadora.
Ambas coinciden en remarcar la importancia de estos estudios para mejorar la atención de pacientes con infecciones de transmisión sexual y contribuir a la optimización de los programas de salud pública, así como reducir el riesgo de transmisión a la persona recién nacida.