La Policía detuvo como la presunta “entregadora” a una empleada de la panadería de Carlos Caballero, quien murió de un infarto en la localidad de Santa María de Punilla la semana pasada durante un robo millonario en el que fue golpeado y por el que también fueron detenidos ahora dos presuntos asaltantes, según indicaron fuentes oficiales.

Caballero era el propietario de la panadería La Espiga, un tradicional comercio del sector. El hecho de inseguridad sucedió el miércoles pasado a las 21 en la ciudad de Bialet Massé, cuando al menos dos delincuentes encapuchados y armados entraron al inmueble del panadero y su esposa

Los ladrones se hicieron de dos millones de pesos y 320 dólares, entre otros elementos. Cuando se marchaban y tras haber propinado múltiples golpes al hombre, uno de los ladrones le pegó con la culata de su arma al panadero. La víctima se descompensó gravemente y tras ser trasladada al hospital local falleció por un infarto.

Pasada una semana del fatal crimen ocurrido en el pueblo ubicado en el centro de punilla, las autoridades dieron con tres de los responsables. Se trata de los autores materiales e intelectuales del robo que terminó en homicidio.

Uno de los factores que más llama la atención de los aprendidos es la participación de una mujer, identificada como Carola Pereyra, quien trabajaba en el local gastronómico. Carola fue arrestada en barrio Domingo Funes luego de conocerse que había brindado diversos datos a los violentos asaltantes para que puedan cometer el delito.

Los otros dos acusados fueron detenidos en calidad de autor material y coautor del crimen. El primero de ellos fue capturado en la capital, en barrio Sol Naciente. Mientras, que el segundo se encontraba en barrio Mirador del Lago, en Bialet Massé.