En una jornada clave del juicio por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal, declaró este martes Brenda Agüero, la enfermera que lleva casi tres años detenida y es la única imputada como autora material de los crímenes. La acusada, visiblemente afectada, se desligó por completo de los hechos y denunció haber sido estigmatizada injustamente.

“Estoy detenida hace casi tres años por algo que no cometí. Me acusan de hechos que no hice. No sé de qué forma más decirlo: soy inocente”, expresó con firmeza ante el tribunal. En un comienzo, Agüero había manifestado su intención de responder preguntas, pero desistió de hacerlo “por el nivel de agresividad del Ministerio Público Fiscal y de los abogados querellantes”.

Durante su declaración, la enfermera negó enfáticamente las acusaciones: “Jamás se me hubiese cruzado por la cabeza hacerle daño a un bebé o a cualquier persona”. También reivindicó su trayectoria laboral: “En todos los lugares donde trabajé, incluso en el Neonatal, fui una persona compañera, estudiosa y dedicada. Que eso se tome como algo negativo es increíble”.

En un tramo especialmente sensible, Agüero desmintió los testimonios brindados por algunas de las madres de los bebés fallecidos. “Una madre dijo que la agredí físicamente. Eso jamás ocurrió”, aseguró.

Sobre los episodios en los que se la vio sonreír durante el juicio, Agüero explicó con la voz entrecortada: “Dijeron que no soy consciente de lo que estoy viviendo. Pero sí lo soy. La sonrisa es solo para mi mamá, para que sepa que estoy bien cuando me ve”.

Al finalizar su declaración, dejó un mensaje cargado de angustia: “Sea cual sea la decisión del tribunal, mi vida ya está arruinada. Me mataron en vida. Salga o no en libertad, ya hay una sociedad que me señala, unos medios que no hicieron más que llamarme asesina serial”.

La causa continúa en su etapa de juicio oral y se esperan las próximas instancias con gran expectativa pública, en medio de un caso que conmocionó a Córdoba y al país.