Congelan las cajas de seguridad de los Kovalivker por el escándalo de coimas en ANDIS

La situación judicial de los dueños de la droguería Suizo Argentina, la familia Kovalivker, se complica cada vez más. El juez federal Sebastián Casanello ordenó este viernes el congelamiento de todas las cajas de seguridad a nombre de los hermanos Jonathan y Emmanuel Kovalivker, su padre Eduardo, y la propia empresa, en el marco de la causa que investiga el pago de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
La drástica medida se produjo luego de la declaración indagatoria del consultor y ex asesor presidencial Fernando Cerimedo, quien confirmó ante el fiscal Franco Picardi detalles de sus conversaciones con Diego Spagnuolo sobre el sistema de recaudación ilegal. Según supo Noticias Argentinas, el juez libró la orden a cinco empresas de cajas de seguridad (Skybox, Tressor, Ingot, Hausler y 901 Box), prohibiendo el acceso total a los Kovalivker y a otros implicados.
El congelamiento de las cajas de seguridad es un nuevo golpe para los Kovalivker, cuya situación se agrava día a día:
Fuga y cajas vacías: La medida cobra especial relevancia ya que Jonathan Kovalivker se había fugado de su domicilio en Nordelta minutos antes de un allanamiento. Cuando la policía ingresó, encontró sus cajas de seguridad abiertas y vaciadas. Se presentó ante la justicia cuatro días después.
Crecimiento exponencial bajo la lupa: Los investigadores relevaron que la droguería Suizo Argentina pasó de facturar al Estado $3.898 millones en 2024 a más de $108.299 millones en lo que va de 2025, un aumento del 2678% que ahora está bajo sospecha.
Denuncia al jefe de sistemas: El juez Casanello también denunció al jefe de sistemas de la droguería por resistencia a la autoridad, encubrimiento y falso testimonio, lo que suma otra línea de investigación contra el entorno de la empresa.
La orden del juez Casanello también alcanza al ex funcionario de ANDIS Matías Garbellini, sospechado de ser el intermediario puesto por Eduardo ‘Lule’ Menem entre los Kovalivker (quienes habrían recaudado el dinero de los laboratorios) y el propio Spagnuolo. En paralelo, la Policía secuestró 80 mil dólares y 2.000 euros de las cajas de seguridad de Spagnuolo, quien se quedó sin abogados defensores tras la renuncia de su equipo legal.