Se concretó la transferencia de algo más de tres millones de dólares de la empresa Starink. Ese dinero sirvió para cancelar las multas aplicadas a la red social X, propiedad de Elon Musk, que está suspendida.
La suspensión de la red social fue ordenada la tarde del viernes por el magistrado Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), quien libra un pulso con Musk sobre los límites de la libertad de expresión.
El fallo se dio luego de que venciera el plazo para que la empresa de Elon Musk designara a un representante legal. X había incurrido en una serie de incumplimientos reiterados de resoluciones judiciales.