Una niña de 12 años filmó a su tío abusador y la Justicia lo está buscando, está prófugo

Sociedad 17 de febrero de 2020 Por El Objetivo
Gracias a una cámara de seguridad en su habitación logró captar a su abusador. Sospechan que abusaba de ella al menos de que tenía 6 años. El acusado está prófugo.
abusador
El abusador está profugo foto: gentileza

Una nena de 12 años se animó a revelar el horror que sufría con su tío y se las ingenió, a pesar de su corta edad, para escracharlo con vídeo y obtener así pruebas irrefutables.

El acusado es Leandro Martín, tiene 43 años, vive en un country de Moreno, es gerente de una empresa, además es marido de la prima hermana del padre de la nena y mantenía una estrecha relación con la familia de la víctima.

El horror se conoció, durante el verano, a principios del 2018, cuando la madre de una amiguita de "V". (el nombre de la niña no se publica para resguardar su identidad) escuchó el audio de WhatsApp que la víctima le había enviado a su hija: "Hola. No sabés lo que me pasó, mi tío me tocó la cola y la chucha. Estábamos los cuatro en la cama y me desperté con él tocándome. Yo cerraba las piernas y él hacía más fuerza. Como que me quiso violar".

La mujer enseguida se horrorizó y fue directo a hacerle escuchar el audio a la mamá de "V". 'Decime que "V." está acá' gritó. "Cuando le dije que estaba en lo de sus tíos, me contestó que me tenía que hacer escuchar algo y que mi hija estaba en peligro", relató la madre de la niña abusada a TN.

Los padres de V, Daniela y Pablo, le hicieron escuchar el audio a la suegra del abusador que pidió que no le dijera nada a su hija (la prima de Pablo) porque estaba embarazada después de haber perdido cuatro bebés.

La relación de la nena con su tío era muy estrecha debido a que tiene casi la misma edad que su primito y a menudo se quedaba a dormir en la casa del abusador.

Entonces, la pareja tomó la decisión de que su hija vaya a terapia para contarle a la psicológa lo que había pasado para que la ayudara a superar esa situación.

En una clase escolar de Educación Sexual Integral (ESI), V. sorprendió a sus compañeros con su confesión: "A mí me pasa, mi tío abusó de mí".

De inmediato, la maestra lo comunicó al gabinete psicopedagógico y derivaron la información a un centro de niñez, pero aún así, "todavía costaba enmarcar lo que había pasado en un hecho delictivo", relató a TN su madre.

Una vez enterados del abuso, los padres de V. se pusieron a atar cabos y relacionaron sus problemas de enuresis (se hacía pis desde los 6 años) y su retraso escolar como una consecuencia de este horror.

Las visitas de V. a la casa de su tío empezaron a espaciarse y solo lo veía en encuentros familiares. En uno de ellos, el abusador la volvió a atacar y esperó un momento en el que quedaron solos para alzarla y tocarle el pubis. Ella lo relató una y otra vez, y comenzó a tener como una necesidad desesperada de hablar sobre la conducta inapropiada de su tío.

Tal es así, que se la ingenió para conseguir una prueba irrefutable y exponerlo adelante de toda la familia. Aprovechó que sus padres habían hecho una reforma en su casa e instalaron cámaras de vigilancia en su pieza para hacer que su perverso accionar quedara filmado.

V. lo llevó a Leandro a hacer una especie de tour por toda la vivienda. Primero fueron al fondo, donde se construía un quincho, y después lo llevó a su habitación. Fue en ese lugar cuando la cámara apostada en una de las paredes captó claramente el momento de otro nuevo abuso.

"V. lo llevó por todos los lugares de la casa donde habíamos instalado cámaras. Cuando me enteré, me hizo escuchar los audios en los que se lo contaba a su niñera, porque no se animaba a decírmelo y vi que los videos coincidían exactamente con lo que mi hija nos relataba, nos desesperamos", dijo Pablo.

Fue recién entonces cuando los padres de V. decidieron ir a la Justicia. "Hablamos con ella y le dijimos que se quedara tranquila, que su mamá y su papá iban a hacer lo que tenían que hacer para que nunca más le volviera a pasar", contó Daniela. La pareja estaba devastada y la nena sumamente conmocionada. "Ella llegó a hacer lo que hizo porque estaba totalmente desbordada", resaltó.

Ese material fue determinante para que la Justicia avanzara en la investigación y emitiera una orden de inspección socioambiental en el country donde vive Leandro. Para sorpresa de los investigadores, cuando llegaron al lugar, se encontraron con que la familia se había ido de vacaciones y nadie sabe nada de ellos.

"Está prófugo. No usa el teléfono. No aparece en cámaras de peajes. Evidentemente está muy bien asesorado", apuntó Pablo, quien aseguró que el abogado Luis Rapazzo, que representa al abusador, intenta lograr un cambio de carátula de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores a abuso sexual simple.

Hace casi un mes que Leandro Martínez está desaparecido y la niña está muy susceptible y alterada por todo lo ocurrido. "Llora por cualquier cosa, se da cuenta de las consecuencias que esto tuvo en la familia, extraña a sus primitos. Por otro lado, quiere hablar. Hablar ante la Justicia. Tenía turno en la Cámara Gesell para marzo, pero a pesar del trabajo impecable de la fiscalía, ahora no sé qué va a pasar por todos los recursos de la defensa", se preguntó Pablo.

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