Jack Ma, fundador de Alibaba, lleva sin ser visto dos meses, en los que Pekín le ha abierto una investigación por monopolio y suspendido una salida a Bolsa.

Ni siquiera una persona tan popular como Jack Ma, fundador del comercio electrónico Alibaba, se libra de las 'desapariciones' que con frecuencia sacuden a China.

Disparando todas las especulaciones, lleva sin ser visto en público desde que el 24 de octubre criticara el anquilosado sistema financiero del país y pidiera a sus reguladores más innovación en una conferencia en Shanghái, a la que asistió el vicepresidente Wang Qishan.

Luego, el 3 de noviembre, estas mismas autoridades suspendieron la salida a Bolsa del Grupo Ant, brazo financiero de Alibaba, que iba a ser la mayor del año con una recaudación de 37.000 millones de dólares (30.250 millones de euros).

Además, como regalo de Navidad, el 24 de diciembre abrieron una investigación a Alibaba por monopolio. Toda una ironía en un régimen donde el Partido Comunista, al que el propio Ma pertenece, ostenta un poder absoluto.

En estos más de dos meses, las redes sociales de Jack Ma han enmudecido e incluso ha faltado a un programa de televisión donde hacía de jurado. Debido a sus reveses empresariales, las acciones de Alibaba han caído hasta un 19% y la fortuna de Ma ha menguado 10.000 millones de dólares (8.170 millones de euros). Aunque sigue siendo uno de los hombres más ricos de China con 50.000 millones de dólares (40.800 millones de euros), a sus 56 años habrá descubierto que el dinero sí da la felicidad, pero no la libertad.

Extrovertido, incluso bromea con que se parece a 'ET', su vida privada ya era discreta incluso antes de 'desaparecer' por sus críticas al régimen.