Por qué es tan importante la donación voluntaria de médula ósea

Sociedad01 de abril de 2021 Por El Objetivo
El 1° de abril es el Día Nacional de la Donación de médula ósea, una acción solidaria fundamental para tratar enfermedades oncohematológicas y otras problemáticas de salud.
donación de médula ósea
El 1 de abril es el Día Nacional de la Donación de médula ósea.

El 1º de abril es el Día Nacional de la Donación de médula ósea, en conmemoración al 18º aniversario de la creación del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) del INCUCAI. En esta fecha, el Ente Coordinador de Ablación e Implante de Córdoba (Ecodaic) recuerda la importancia de este tipo de donación, e invita a la ciudadanos y ciudadanas a inscribirse como donantes.

Cada año, cientos de personas son diagnosticadas con enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplásica, linfoma, mieloma; o con errores metabólicos o déficits inmunológicos. Todos estos problemas de salud pueden requerir un trasplante de CPH, también conocido como trasplante de médula ósea.

Marcial Angós, director del Ecodaic, explica que solo entre el 25 y 30 por ciento de las personas que requieren un trasplante tienen la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar. “El resto debe recurrir a un donante no emparentado, a través del  Registro Nacional, que junto al de otros países conforman una red mundial de donantes voluntarios”, afirma. En este sentido, destaca a la donación como una acción solidaria y altruista indispensable para salvar y mejorar la calidad de vida de muchas personas.

Actualmente hay 306.163 mil donantes inscriptos en Argentina, de los cuales 27.145 se registraron en Córdoba y forman parte de los más de 38 millones de donantes de la Red Mundial Bone Marrow Donors Worldwide. “Cada vez que una persona requiera de un trasplante, la búsqueda se realiza entre los donantes registrados en todo el mundo, lo que aumenta las posibilidades de encontrar a alguien compatible”, explica Lorena Luque, Licenciada en Trabajo Social, integrante del Ecodaic y referente de médula ósea.

Asimismo, la profesional sostiene que en 2020 hubo en Córdoba cinco donantes efectivos de médula ósea; y en lo que va de 2021 ya suman tres. En cuanto a los nuevos inscriptos en el Registro de CPH, Córdoba alcanzó un total de 2667 en 2020, un número alentador si se tienen en cuenta las medidas de aislamiento social adoptadas por la pandemia de coronavirus, y la consecuente disminución de la circulación de personas en los espacios públicos.

Cómo es el procedimiento de donación

Para inscribirse como donante, la persona firma un consentimiento informado y accede a donar una unidad de sangre (450 ml.), de la cual se toma una pequeña muestra para una tipificación genética que estará disponible en el Registro Nacional de Donantes. De esta manera, se confirma la inscripción y en caso de ser compatible con un receptor o receptora, el Incucai se contacta con el o la donante para efectivizar la donación de médula ósea.

Requisitos para donar

  • Sentirse saludable
  • Tener entre 18 y 40 años
  • Pesar más de 50 kilos
  • No presentarse en ayunas, pero evitar ingerir lácteos y grasas

Dónde donar

  • Banco Central de Sangre: Con turno previo al 351248-0189 (whatsapp).
  • Hospital Privado: con turno previo al mail: [email protected].
  • Fundación Banco Central de Sangre: con turno previo ingresando a: donarencordoba.com.ar
  • Instituto de Hematología y Hemoterapia IHH (UNC): con turno previo al mail: bancodesangre.turnos.unc.edu.ar
  • Hemocentro Municipal: con turno previo al 4276240, int 4474, de lunes a viernes de 9 a 13 hs.
  • Hospital San Antonio de Padua: con turno previo al (0358) 4678725, de lunes a viernes de 8 a 13 hs y de 18 a 21 hs.
  • Banco de Sangre de Río Tercero: con turno previo al (03571) 411113, de lunes a viernes de 7 a 13 hs.

La experiencia de donar, en primera persona

Gabriela tiene 33 años, es estudiante de Geología y vive en Santa Rosa de Calamuchita. Se anotó en el Registro de CPH en 2014, cuando fue a donar sangre para su abuela y estaban tomando muestras para ser donante de médula ósea. “No dudé y me anoté, y siete años después me avisaron que había salido compatible con un paciente de Estados Unidos”, explica. Y agrega: “En ningún momento tuve miedos ni dudas, enseguida me contacté para preguntar como tenía que hacer”.

Finalmente, Gabriela cuenta que recientemente se cumplió un año de la donación y se liberaron los datos de su receptor, por lo que pudo ponerse en contacto con la persona que recibió su médula ósea. “Nos pusimos en contacto la semana pasada, hicimos una video llamada y nos conocimos, y esa experiencia fue todavía muchísimo mejor. Es hermoso poder conocer a la persona a la que tenés la oportunidad de ayudar, y ver que es un padre, un esposo, o un hermano, y conectarte con la experiencia de otra persona a la que vos, por prestar un ratito de tu tiempo y de tu cuerpo le salvaste la vida”, reflexiona.

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