La tasa de mortalidad infantil continúa disminuyendo
El Ministerio de Salud de Córdoba informó que la tasa de mortalidad infantil (TMI) continuó su tendencia descendente en el último año, pasando de 7,4 en 2019 a 7 en 2020.
La tasa de mortalidad infantil refleja las muertes de menores de 12 meses por año, cada 1.000 nacidos vivos. Durante el 2020 se registraron 308 muertes, 67 menos que en 2019 (375).
Cabe destacar el importante descenso en la natalidad, de 50.633 en 2019 a 44.167, en 2020. Esto podría relacionarse con el fortalecimiento del Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva.
La disminución de la tasa de mortalidad se puede observar en sus dos componentes: neonatal, que representa las muertes que ocurren antes de los 27 días y pos-neonatal, que se producen entre los 28 y 364 días: los valores fueron de 5,1 (228) y 1,8 (80), respectivamente.
En este sentido, Marcela Yanover, directora de Maternidad e Infancia, explico que “el 74 por ciento de las muertes ocurre en el periodo neonatal y tienen que ver fundamentalmente con la atención del embarazo, el lugar donde ocurre el parto y la atención del recién nacido. En este sentido, el trabajo que se viene desarrollando con la Regionalización Perinatal, permite que cada mujer sea atendida de acuerdo a la complejidad que necesita ya sea ella o su bebé”.
Cuando el riesgo se detecta durante el embarazo, esto permite programar la derivación de la persona gestante para que el parto se realice en una institución de alta complejidad, reduciendo las probabilidades de complicaciones, lo cual posibilita que los indicadores de salud materno infantil mejoren, continuó la doctora.
En relación al lugar de residencia, en el 2020 se registraron 45 casos de muertes menos en capital y 22 menos en el interior, con respecto al año anterior.
En cuanto al lugar de ocurrencia, un dato importante a destacar, es que no se registraron fallecimientos fuera del sistema sanitario. El 55 por ciento se registraron en instituciones públicas y el 45 por ciento en instituciones privadas. Esto se debe a que la oferta de instituciones públicas con unidades de alta complejidad es mayor, sobre todo en el interior de la provincia.
La mayor parte de las muertes (59 por ciento) ocurre en bebés prematuros, es decir, nacidos con 37 semanas de gestación o menos. También, el mayor número de fallecimientos se observó en bebés de bajo peso, es decir que nacen con 2.500 gramos o menos.
En relación a las 10 primeras causas de fallecimiento en menores de un año, el 80 por ciento corresponde a causas perinatales y el 20 por ciento a malformaciones congénitas, entre las cuales, el 70 por ciento corresponde a malformaciones cardíacas.
Un dato importante es que este año no aparecen dentro de las 10 primeras causas de mortalidad las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB), seguramente en relación a todos los cuidados que se implementaron a raíz de la pandemia Covid-19 y la baja circulación de virus sincicial respiratorio (VSR), además de la implementación del Plan de Contingencia Invernal, que tiene como objetivo reforzar la vacunación, la capacitación a los profesionales de la salud, la compra de insumos y equipamiento, el aumento del número de camas y la contratación de recursos humanos, explicó la doctora.
También contribuye al descenso de la mortalidad infantil, el fortalecimiento de distintas acciones relacionadas al control adecuado del embarazo en el primer nivel de atención, la referencia y contra referencia y coordinación entre los distintos niveles, las mejoras en infraestructura y equipamiento en los servicios de maternidad bajo el marco de Maternidades Seguras y Centradas en la Familia, la atención en salud integral de niños y niñas, la Red de seguimiento de Recién Nacidos de Riesgo (Red SERENAR) y la promoción y apoyo a la lactancia materna, entre otros.