El vacunatorio del Hospital Ferreyra se suma a la campaña contra el sarampión
El vacunatorio COVID-19 del Hospital Ferreyra se suma a la campaña de verano contra el sarampión y la rubéola. Las dosis contra estas enfermedades se ofrecerán, a partir de hoy, a las personas de entre 18 a 56 años que no acrediten dos o más dosis de vacuna doble o triple viral, aplicada después del año de vida.
Mientras tanto, se continúan aplicando -a demanda y sin turno previo- las vacunas contra el coronavirus, siempre en función de los intervalos mínimos requeridos para cada vacuna y de acuerdo a la distribución e indicaciones del Ministerio de Salud provincial. Hasta el 28 de enero, se aplicaron en el Ferreyra 77.634 dosis contra el COVID-19.
Es importante recordar que este dispositivo funciona de lunes a viernes de 8:00 a 16:00, al lado del vacunatorio habitual. Por tal motivo, desde su puesta en marcha, las y los profesionales que allí trabajan estimulan a las personas que concurren a vacunarse contra el COVID, a completar también el resto del carné oficial.
Si bien este dispositivo está principalmente dirigido a personas afiliadas a Apross, también se aplican las dosis a personas no afiliadas que concurran, para no perder la oportunidad de vacunación y colaborar con la estrategia sanitaria provincial. En todos los casos, es necesario concurrir con DNI y carné de vacunación.
El sarampión es una enfermedad viral, eruptiva y febril que se transmite por vía aérea. Es altamente transmisible. Se presenta con fiebre alta, secreción nasal, conjuntivitis, tos y erupción en la piel. Se pueden desarrollar complicaciones respiratorias como neumonía y neurológicas, como meningoencefalitis. Puede ser incluso mortal: se registran 1 a 2 casos de muerte por esta enfermedad cada 1000 enfermos.
En Argentina, la enfermedad se encuentra eliminada desde el año 2000, pero el virus circula en otros países de la región y se han detectado casos en 2019 y 2020, por lo cual es importante reforzar las acciones para evitar su reintroducción.
La rubéola se presenta con erupciones en la piel, fiebre, conjuntivitis, dolor de garganta e inflamación en los ganglios (alrededor de la nuca y detrás de las orejas). Cuando una persona gestante susceptible se expone al virus, puede dar origen al síndrome de rubéola congénito, que provoca -en un alto porcentaje- cardiopatías, sordera, microftalmia y retardo de crecimiento intrauterino. También puede ocurrir la muerte fetal o neonatal.