Guerra de Malvinas: documental sobre los medios de la guerra
Para juntar los pedazos de ese espejo y que la imagen de lo que sucedió en la guerra de Malvinas no se vea distorsionada, a 40 años del conflicto bélico la agencia Télam, en coproducción con la RTA, realizó un documental que repasa cómo los medios de comunicación en general y los públicos en particular ocultaron, mintieron y tergiversaron la información de lo que ocurría en las islas por orden del gobierno militar. El trabajo se llama "Los medios de la guerra".
Télam y la entonces ATC fueron los dos únicos medios autorizados por la junta militar para tener corresponsalías en las islas. Y no se usaron precisamente para contar lo que sucedía.
"Había una deuda pendiente de los medios estatales en particular y de los medios en general de abordar la cobertura de Malvinas en un contexto de censura como es un gobierno militar. Parte de la visión que los argentinos tenemos de la guerra es una visión bastante manipulada por la información de entonces y es importante repensar una serie de cuestiones a 40 años del conflicto bélico. Por ejemplo, cuáles son los límites de la censura, el periodismo como negocio y la competencia por el rating", reflexionó Bernarda Llorente, presidenta de Télam.
Rosario Lufrano, presidenta de RTA, contó a Télam por qué decidieron unir fuerzas. "Queríamos contar algo desde los medios públicos que no estuviera muy explorado. Saber, por ejemplo, qué había pasado con el trabajo de los fotógrafos y los camarógrafos de Télam y ATC, y sobre todo las distintas postas de censura por las que pasaba el material hasta llegar a Buenos Aires. En este mundo de la posverdad y las fake news, Bernarda planteó contar cómo narraron la guerra los medios públicos y me pareció muy bien. Venimos trabajando de manera muy conjunta y ese espíritu nos ha dado grandes resultados".
Los medios de la guerra
El documental, que Llorente espera que pueda ser visto en escuelas y esté disponible en bibliotecas, cuenta a través de imágenes y entrevistas cómo los militares alinearon los medios públicos para narrar una guerra censurada y recortada.
El trabajo incluye entrevistas a los fotógrafos que estuvieron en las islas; a especialistas y periodistas; documentos desclasificados en Argentina y Gran Bretaña; fotos inéditas, material confidencial de la inteligencia militar sobre los medios acerca de la guerra, cables originales, diarios y revistas, imágenes nunca vistas de la cobertura de Argentina Televisora Color (ATC), fotos descartadas y recuperadas del archivo fotográfico de la agencia y documentos confidenciales.
Las fake no son "new"
En "Los medios de la guerra" se cuenta que la primera fake news del conflicto es una foto montada en la hoy ExEsma con un grupo de soldados sonrientes que sostienen una bandera argentina. Además, hubo tráfico de imágenes con el que los muchos actores hicieron negocios millonarios y la premisa era neutralizar cualquier información negativa.
Llorente subrayó que si bien los únicos medios formalmente autorizados para tener corresponsalias en las islas eran Télam y la ATC, "se crearon dos agencias de noticias paralelas y hasta se hacían visitas a las las islas que le vendieron a la televisión de Estados Unidos. La guerra fue un gran negocio para algunos militares".
Sobre las fake news, que vienen del fondo de los tiempos, la presidenta de Télam dijo que "existieron siempre, pero algunos piensan que son un fenómeno nuevo: quisimos mostrar que la censura es una manera de hacer circular fake news, es un componente de una noticia falsa, todo en el marco de los supuestos secretos militares".
Cómo contó la guerra el Reino Unido
Cuando Galtieri decidió declarar la guerra, Margaret Tatcher estaba pasando por un mal momento: tenía un 70% de imagen negativa. "En el Reino Unido y en los medios europeos aparecieron los mismos males. Acá, los militares tomaron los medios estatales como fuente de lo que ocurría en Malvinas, pero allá determinaron qué periodistas viajaban a las Islas y los medios ingleses e internacionales manipularon la información, porque hay que tener en cuenta que ésto fue también una guerra mediática de los dos lados", afirmó Llorente.
Lo pasado, pensado
"El objetivo de hacer el documental es promover la reflexión, sobre todo en las nuevas generaciones que no vivieron la guerra. Revisar el pasado es pensar el futuro y en términos mediáticos es mostrar que determinadas cosas que creemos nuevas, son viejas. También revela que podemos reinventarnos y crear audiencias más críticas para procesar la información y poder procesarla", dijo Llorente. "En esta etapa de la posverdad no podés evitar que las noticias falsas transiten, lo único que podés hacer es formar ciudadanos que puedan defenderse de la mala información y exigirnos hacer un mejor periodismo".
Lufrano, en tanto, cree que "tenemos la obligación como medios públicos de acercanos a esa verdad que tanto se teme no sólo de la guerra, sino de la posguerra. Porque esos pibes que volvieron de pelear fueron ignorados o estigmatizados. Siempre el dolor, la verguenza, el engaño hace que lo dejemos en algún lado del inconsciente lo que no queremos admitir, pero te tortura por la noche y eso sale en el cuerpo social".