El presidente electo, Javier Milei, anunció algunas medidas que tomará cuando asuma el cargo, el 10 de diciembre próximo, entre ellas, expresó la intención de derogar la Ley de Alquileres. “Hay que derogarla y entender que es un contrato entre partes”, dijo en declaraciones a Radio Mitre.

Además, agregó que los contratos se podrían pactar en “cualquier moneda” porque “la libertad monetaria es parte” de lo que quieren avanzar.

¿Qué significa derogar una ley?

Derogar una ley implica dejarla sin efecto, anularla o invalidarla. En el contexto de la Ley de Alquileres en Argentina, la derogación implicaría que las normas de esta ley ya no serían aplicables.

¿La derogación puede ser total o parcial?

Sí, la derogación puede ser total, lo que significa que todas las normas de la ley quedarían sin efecto. También puede ser parcial, lo que implica que solo algunas normas serían anuladas, mientras que otras seguirían vigentes.

¿Cómo afectaría la derogación a los inquilinos y propietarios?

Si la derogación es total, tanto inquilinos como propietarios estarían sujetos a las reglas anteriores a la Ley de Alquileres, lo que podría llevar a aumentos de precios. Si es parcial, habría adaptación a nuevas reglas, generando incertidumbre.

¿Cuál sería el impacto en el mercado de alquileres?

La derogación total podría resultar en aumentos de precios, ya que los propietarios tendrían más libertad para fijar tarifas. La derogación parcial llevaría a una adaptación a nuevas reglas, generando incertidumbre y confusión en el mercado.

¿Quiénes toman la decisión de derogar la Ley de Alquileres?

La decisión de derogar o no la ley es política y recae en los legisladores argentinos, quienes deben evaluar los impactos y considerar el bienestar de inquilinos y propietarios. (NA)