El objetivo principal del viaje de Francisco era visitar la pequeña comunidad católica de Mongolia y terminó su misión de cinco días este lunes con una parada para inaugurar la Casa de la Misericordia.
En el marco de la visita que inició el viernes último, el pontífice pidió este sábado "diálogo" al mundo para terminar con los conflictos y "que se disipen las nubes de guerra", al hablar desde el país ubicado entre Rusia y China.