Di Lello se encontraba internado desde hacía varias semanas en el Instituto Fleni, de Buenos Aires, tras sufrir un accidente isquémico transitorio. La situación de agravó a partir de la diabetes que sufría.
Di Lello lo hizo directamente notificando en su domicilio al exjuez, a su expareja Claudio Blanco y al contador Ariel Roperti, éste último sindicado como testaferro del magistrado.