El Ministerio de Emergencias de Rusia informó este viernes que fueron recuperados los cuerpos sin vida de otras 12 personas en la mina Listvyazhnaya, en la provincia rusa de Kémerovo, Siberia, tras la explosión ocurrida el pasado 25 de noviembre.

“Entre los cadáveres se encuentran 11 mineros y un socorrista; no obstante, alrededor de otros 17 cuerpos permanecen en el interior de la mina”, informó el gobernador de Kemerovo, provincia donde ocurrió el hecho, Sergei Tsiviliov. Con estos datos la cifra total de muertos asciende a más de 60.

Las autoridades rusas precisaron en su momento que unas 285 personas se encontraban en la mina el día de la explosión, de los cuales 46 personas quedaron atrapadas a cientos de metros bajo tierra, más de 15 están hospitalizados y un caso es de gravedad.

De acuerdo con la investigación realizada por las autoridades rusas, el hecho, catalogado como uno de los peores en los últimos diez años, se produjo por una explosión de grisú, un gas que se da cuando el metano se mezcla con el oxígeno.

Tras lo sucedido, el gobernador de Kémerovo decretó tres días de luto en honor a quienes cumplían con su deber y murieron.

A su vez, el presidente ruso Vladimir Putin condecoró a los rescatistas que murieron en la acción de búsqueda y rescate, con la medalla al valor a título póstumo.

El mandatario declaró que los familiares de las víctimas recibirán la asistencia necesaria, y los propietarios de las instalaciones les pagarán  2 millones de rublos (aproximadamente 27.000 dólares) como indemnización.