Milei partió a la Antártida para visitar las Bases Marambio y Esperanza
Alrededor de las 9 se produjo la partida del presidente de la Nación, Javier Milei, y su comitiva rumbo a la Antártida, en donde está previsto que desarrollará actividades en las Bases Marambio y Esperanza.
El presidente de la República Argentina, Javier Milei, partió esta mañana desde la ciudad de Río Gallegos hacia la Base Marambio, ubicada en la Antártida, donde desarrollará una apretada agenda que incluye además una visita a Esperanza, otra de las avanzadas que Argentina posee en el continente blanco.
La Oficina del Presidente informó en su cuenta de la red social X, antes conocida como Twitter, que Milei partió pasadas las 9 desde Río Gallegos hacia la Antártida, y el anuncio es acompañado de una foto en la cual el mandatario camina por la pista del aeropuerto militar de esa ciudad junto a su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el ministro de Defensa, Luis Petri.
"El Presidente Javier Milei parte rumbo hacia la Base Antártica Conjunta Marambio", se consignó en ese mensaje sobre la partida del Presidente, que despegó en un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina hacia Marambio.
Milei llegó con su comitiva al Aeropuerto Internacional Piloto Civil Norberto Fernández (RGL) a las 20:33 de ayer, tras un viaje de más de tres horas y luego fue recibido por el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, quien le entregó una placa con el escudo de la provincia, según informó anoche la Oficina del Presidente en la red social X.
En la base Marambio, está previsto que el Presidente sea recibido por las autoridades y recorra las instalaciones. Desde allí viajará en helicóptero por cerca de 25 minutos hasta la Base Esperanza del Ejército Argentino, lugar de características únicas ya que se trata de la única base en la que la dotación vive con sus familias, incluyendo niños que asisten a la escuela allí erigida.
Luego de recorrer la base y participar de una actividad, Milei volverá a Marambio para encabezar un acto que dará inicio formal a un programa para el control de la contaminación impulsado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que conduce el argentino Rafael Grossi, quien se sumará a la ceremonia.