Economistas ven "razonable" la oferta de reestrucutración de la deuda externa
Los especialistas consultados señalaron que la iniciativa contiene elementos que "no se esperaban" y que podrían ayudar a llegar a un acuerdo con los acreedores del país.
En ese sentido, recalcaron que la propuesta "no tiene nada que ver" con la realizada por el país en 2005, tras un default de más de tres años decretado a principios de 2002, ya que aquella fue mucho más agresiva en quita de capital e intereses y extensión de plazos de pago.
"Es una propuesta interesante. La sorpresa que veo es que se trató de penalizar más al valor futuro, al dar un período de gracia extenso, y no tanto sobre el capital", dijo Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina.
El economista remarcó que aún "faltan ver los detalles" y que tiene "la sensación de que no es la propuesta definitiva", ya que "el gobierno aún puede ofrecer un pago en efectivo ahora, para compensar el período de gracia de tres años", algo que "podría hacerse si el FMI ayuda".
Por su parte, Estanislao Malic, economista del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), opinó que es una oferta "viable, equilibrada y apetecible para los mercados" ya que le permitiría a la Argentina "honrar sus deudas de una manera previsible".
"Comparada con la de 2005, esta oferta es muchísimo menos agresiva. Aquella tuvo más extensión de plazos y más quita de capital y de cupones. La de hoy es mucho más light que 2005, aunque son otras las condiciones", analizó Malic.
Por último, el economista Martín Kalos dijo que se trata de "una propuesta razonable en varios sentidos, aunque eso no quiere decir que vaya a ser aceptada sin más" y que sorprende porque es una propuesta en condiciones de ser negociada, que no es patear el tablero".
"Había mucho miedo o prejuicio respecto de qué iba a proponer el gobierno visto desde una propuesta ideológica o política", sostuvo Kalos.
Esta tarde, Guzmán anunció que la Argentina propondrá una reestructuración de deuda externa con una tasa de interés promedio de 2,33% y un período de gracia de tres años.
La propuesta implica una reducción de capital de US$ 3.600 millones -que equivale a una quita del 5,4% sobre el stock total de deuda- y una reducción de pagos de intereses de US$ 37.900 millones, lo que equivale a una quita de 62%.