Nació Ismael, el primer caso de gestación por subrogación en Neuquén
Ismael nació por cesárea anoche, a las 22.45, con 38 semanas de gestación, y es el primer caso de gestación por subrogación en la provincia de Neuquén, después de que Marité Cides les cumpliera el sueño de tener un hijo a su hermana Tamara y su cuñado Juan Carlos.
"Es el amor de mi hermana hacia mí, el amor que nos tenemos entre las dos, el que hizo que todo esto fuera posible, ella es mi ángel", expresó emocionada Tamara Cides, en diálogo con Télam, y señaló que tanto Ismael como Marité "se encuentran muy bien".
Tamara tiene 32 años, hace 13 que está en pareja con Juan Carlos, de 42, y ambos viven en la localidad de Loncopué, ubicada a 350 kilómetros al norte de la capital neuquina. Hace 12 años que decidieron que querían tener un hijo, pero no resultó sencillo.
Hoy, gracias a una autorización del Poder Judicial de Neuquén, inédita en la provincia, y al amor inmenso de su hermana Marité, Tamara puede tener en brazos y amamantar a su bebé.
Sin embargo, la mujer relató que el camino para lograr la maternidad fue difícil: en 2009, le detectaron hipotiroidismo y debió someterse a una cirugía porque, por un defecto de nacimiento, tenía las trompas de falopio obstruidas. "Ese mismo año pierdo mi primer embarazo, tenía un mes, era muy prematuro", contó.
Dos años después, en 2011, los médicos le diagnosticaron una enfermedad llamada púrpura trombocitopénica, en la cual los órganos inmunitarios producen anticuerpos contra las plaquetas, las reconoce como células extrañas y las destruye.
"Estuvimos un año luchando con corticoides, transfusiones, estuve varias veces internada sin poder estabilizarme", contó Tamara y agregó: "En uno de esos momentos de dosis muy elevadas de corticoides, empecé con hemorragias y determinaron que había perdido otro embarazo. También muy prematuro, no llegaba a tener un mes".
En el 2014, "quedé embarazada por tercera vez, pero en julio de ese año, con 24 semanas de gestación, por una trombosis nació mi bebé prematura, duró cinco días en neonatología y lamentablemente falleció. Fue uno de los golpes más duros que nos pudo tocar vivir", expresó.
Además, la mujer recordó: "En ese momento, mi hermana había tenido a su bebé dos semanas antes y me ofreció su vientre para que yo pudiera ser mamá. Entonces le dije que todavía tenía mi útero y mis esperanzas de ser madre".
En 2016, Tamara volvió a quedar embarazada y a las 16 semanas, en una ecografía de control, le descubrieron que tenía acortamiento de cuello uterino y estaba empezando a dilatar: "Me derivaron urgente a la clínica y me hicieron un cerclaje", un procedimiento médico a través del cual se cierra el cuello uterino durante el embarazo a fin de prevenir un aborto espontáneo o un parto prematuro.
"Después de una semana, me dieron el alta, pero el 20 de agosto empecé con fiebre, mi marido me llevó al médico y, para ese momento, mi bebé no tenía latidos. Se decidió provocar el parto y lo último que me acuerdo es haber hecho el pujo", señaló.
Tamara pasó 17 días en terapia intensiva, sufrió una sepsis y cuatro paros cardíacos. "La doctora me dijo que para poder salvar mi vida tuvieron que extraerme el útero. Para mí fue devastador", expresó.
"En ese momento, mi hermana me volvió a ofrecer su útero. Yo tenía miedo de que ella sufriera todo lo que yo sufrí. Jamás tuve miedo porque ella no me entregara al bebé o por el qué dirán", confesó la mujer, que finalmente aceptó la propuesta de Marité.
Un poco más de dos años después, en noviembre de 2018, tras recibir el apoyo de su médico y contactarse con un abogado, Tamara y Juan Carlos recibieron la autorización judicial para poder realizar la gestación por subrogación, y la inscripción en el registro civil del bebé a nombre de la pareja.
Finalmente, el año pasado, tras la aceptación del fallo por parte del Instituto de Seguridad Social de Neuquén, Tamara pudo comenzar un tratamiento de estimulación ovárica, a través del cual lograron extraerle 12 óvulos que permitieron crear seis embriones.
"El primer embrión se lo implantaron a mi hermana en agosto de ese mismo año pero no dio resultado, y de los cinco embriones que quedaban logró sobrevivir uno solo que se lo implantaron en octubre y dio positivo, es Ismael", contó la mujer.
Al ser consultada por la relación de su sobrino Benjamín, de 5 años, con el embarazo que llevó adelante su madre Marité, Tamara explicó que previo a recibir la autorización judicial "hicimos un tratamiento psicológico para poder sobrellevar a mi sobrino, porque nosotros pensábamos que le iba a ocasionar un daño psicológico".
Pero, aseguró: "Los profesionales nos dijeron que el estereotipo es más del grande que del niño", y agregó: "Si le preguntás, Benjamín te dice que su mamá tenía un bebé en la panza que no es su hermanito, que es su primito-hermanito, y que es hijo de su tía Tamara y su tío Juan Carlos que también tienen dos hijos que están en el cielo".
Tamara, Marité y Juan Carlos se encuentran internados junto a Ismael en la clínica San Lucas de la ciudad de Neuquén a la espera del alta médica para poder volver a Loncopué donde deberán realizar los 14 días de cuarentena, por ser la capital neuquina una zona con transmisión comunitaria del coronavirus. Luego, podrán realizar los trámites para realizar la inscripción del bebé a nombre de la pareja.