Factores de la TENSIÓN que conducen a la guerra de Malvinas

Internacional01 de abril de 2019 Por El Objetivo
Las guerras son asuntos decididos conscientemente. La explicación de sus causas debe abarcar tanto el fondo como la superficie de las cosas, tanto las causas estructurales de largo plazo como los factores situados en la esfera de las decisiones tomadas por los protagonistas políticos”.
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Factores de la TENSIÓN que conduce a la guerra de Malvinas

Las causas de la guerra, las causas en la historia La guerra es la forma de conflicto más grave que pueda suceder entre dos o más grupos humanos. Dan Smith, Director del Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz, en Oslo, Noruega, asegura que “La decisión de tomar las armas es un proceso complejo que involucra a muchos protagonistas en una amplia gama de condiciones y circunstancias; la historia del estallido de una guerra es generalmente compleja”. Muchos teóricos han intentado explicar el porqué de los fenómenos bélicos.

Estas teorías podrían dividirse en dos grupos:

1. Las que consideran a la guerra como el resultado de condiciones políticas objetivas. Para esta concepción, las guerras ocurren cuando al menos uno de los contendientes estima que el conflicto le permitirá obtener más beneficios que pérdidas. Un autor clásico de esta escuela es Carl von Clausewitz. Dentro de esta corriente, pueden mencionarse dos posturas:

a. Los que afirman que las causas decisivas son las de orden coyuntural e interno. Podrían proponerse a historiadores como Eckart Kehr y Hans-Ulrich Wehler dentro de los que son proclives a este énfasis. En este sentido, José María Tolosa, investigador del Grupo de Estudios de Paz y Desarrollo de la Universidad de Alicante, España, señala como ejemplo de una causa interna desencadenante “el uso que Margaret Thatcher hizo de la guerra de Malvinas para ganar elecciones”, así como otros autores detectan una aspiración similar en el uso de la Causa de Malvinas por parte de Galtieri.

b. Los que privilegia los grandes contextos externos como causantes de fondo de las guerras. Esta mirada existe desde el nacimiento mismo de la historia como ciencia. Ha sido planteada de muy diversas maneras por pensadores muy disímiles (Vico, Croce, Bloch, Febvre, Hegel, Marx, Benjamin, Gramcsi y toda la historia social de los ´60 y ´70, entre otros). Para estas posturas, las causas de peso en un conflicto bélico son múltiples y se configuran en el largo plazo, vale decir, a partir de factores de orden geopolítico y de política internacional, donde las causas internas ocupan, en general, el lugar de factores desencadenantes. Junto al grupo que privilegia las “causas objetivas” (sean éstas internas o externas).

2. Las teorías que proponen a las “causas subjetivas” como motores de los fenómenos bélicos. Esta corriente reconoce dos posiciones generales:

a. Teorías psicológicas con fuerte raíz biologicista, que sostienen que la “agresión” es constitutiva de la especia humana (vg. Richard Dawkins).

 b. Teorías provenientes del campo de la psicología social, que afirman que las guerras se originan sobre todo en causas de orden simbólico. Para este enfoque, la percepción que cada contendiente tiene de sí mismo y del otro es lo que define la orientación de fondo de las acciones y los discursos que conducen a los conflictos bélicos.

En esta corriente, la lectura y la escritura de la historia debe abandonar el género de los relatos unitarios y adoptar narrativas abiertas, construidas a la manera de mosaicos que reúnen perspectivas múltiples y pluralidad de historias particulares. Dice Lyotard, pensador central de esta corriente: “Si no hay una historia portadora de la esencia humana y si solo existen diversas historias (...) hay que ver hasta qué punto la disolución de la historia como diseminación de las historias no es también un verdadero fin de la historia como tal”.

La explicación de sus causas debe abarcar tanto el fondo como la superficie de las cosas, tanto las causas estructurales de largo plazo como los factores situados en la esfera de las decisiones tomadas por los protagonistas políticos”. En este sentido, un análisis de las causas de la guerra de Malvinas debería poder establecer al menos una cierta relación entre factores de orden diverso, entre los cuales se apuntan aquí los siguientes:

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Distancia a las principales capitales de América del Sur. Proyección hacia el Canal de Beagle y Antártida.


Factores geopolíticos

  • El valor geopolítico de las Islas Malvinas, próximas al Estrecho de Magallanes que une el Atlántico con el Pacífico, que las convirtió en piezas claves para el control marítimo de la zona, dentro de los distintos escenarios que se configuraron a su alrededor, desde su descubrimiento hasta la actualidad.
  • El hallazgo de reservas petroleras muy importantes dentro de su territorio y en sus aguas circundantes, que en tiempos de crisis energética multiplicó su valor estratégico desde mediados de la década de 1970 hasta la fecha.
  • El valor que el dominio de las Islas podría otorgar, junto con el control de los archipiélagos de las Sandwich y las Georgias del Sur, en favor de la obtención de derechos de soberanía sobre los territorios antárticos y sus recursos.
  • La posición privilegiada de las Islas, que por su proximidad al sector sureste del continente americano, y en relación a otros enclaves bajo control militar de la OTAN, a principios de los '80, los volvía de interés para los dispositivos de seguridad hemisféricos.

Factores históricos de la relación bilateral

  • El comportamiento diplomático del Reino Unido en relación al conflicto de soberanía, que desde la usurpación de 1833 rechazó sistemáticamente cualquier diálogo abierto sobre la cuestión central, pese a las reiteradas exigencias de los organismos internacionales. 
  • La permanente política unilateral británica de hechos consumados, que siempre la impulsó a actuar y decidir sobre las Islas en forma inconsulta, sin considerar las decisiones de los organismos internacionales, cosa que contribuyó al desgaste del vínculo y al crecimiento de la tensión.
  • La imposibilidad o impericia de los sucesivos gobiernos argentinos, que no supieron construir y sostener estrategias diplomáticas que aislaran al Reino Unido dentro de la comunidad internacional por su presencia colonial en las Islas. Como contrapartida, la pericia de los grupos económicos locales, que se buscan afianzar su vínculo con los centros hegemónicos de poder mundial y desalentar localmente las políticas de autonomía de carácter regional que no los tuviera como protagonistas.
  • El fuerte rechazo que amplios sectores de la sociedad argentina y de los pueblos americanos han acumulado hacia la presencia imperial británica en la región, tras más de dos siglos de intervenciones directas o indirectas en los asuntos internos de los países del continente.

Factores desencadenantes de la escalada. 

  • El conflicto desatado el 16 de marzo de 1982 en las Islas Georgias del Sur, cuando un grupo de trabajadores argentinos izó una bandera nacional en el lugar y el Reino Unido sobreactuó el hecho enviando de inmediato un buque con órdenes de desalojarlos del lugar, iniciando la escalada. La imprevisión de la dictadura, que dejó que este incidente precipitara los planes de recuperación de las Islas.
  •  La creencia por parte del gobierno militar de que Estados Unidos apoyaría a la Argentina en el caso de que se decidiera a la recuperación de las Islas.
  • La convicción de parte del gobierno militar de que sus proyectos –tanto en el pasado como en ese momento– no se apartaban en absoluto de los objetivos hemisféricos de los Estados Unidos para la región. La dictadura jamás imaginó que la recuperación de las Islas la iba a colocar fuera de esa alianza.
  • La expectativa de algunos sectores del gobierno militar de que la histórica adhesión popular a la Causa Malvinas podría contribuir a la recuperación del poder político interno que la dictadura había comenzado a perder, lo cual no se verificó en los hechos. De manera simétrica, el conflicto Malvinas fue utilizado por la primera ministra británica Margaret Thatcher para fortalecer su protagonismo internacional y su poder interno, amenazado por la crisis económica y la oposición política.
  • La supresión de la soberanía popular, vigente en el momento del estallido del conflicto armado, y la consecuente prohibición o limitación de las instancias de organización y representación política democrática de la comunidad, hizo que decisiones vitales para el destino “del país” fueran tomadas por un puñado de personas, de manera arbitraria y en secreto, sin el debate y la participación del pueblo, tal como lo requiere cualquier decisión relacionada con el sostenimiento de la soberanía nacional, de la paz y de los derechos y los deberes de todos los argentinos. Esta destitución de la voz del pueblo creó condiciones para que los gravísimos errores perpetrados desde la conducción política, diplomática y militar del conflicto se multiplicaran sin control de ningún tipo. Cerradas las puertas de la participación, el pueblo buscó influir con su propia movilización y se constituyó así en un factor de presión protagónico durante todo el conflicto.

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