Pocos podían imaginar que aquel 19 de junio de 2019 sería un antes y después para Juan Martín Del Potro. Ese día, el tendilense se resbaló en el césped de Queen´s y debió abandonar el partido que disputaba ante el canadiense Denis Shapovalov.

Pero no todo quedó ahí, sino que ese golpe implicó que "Delpo" se resintiera de una lesión en la rótula derecha sufrida en el torneo de Shangai y que arrastraba desde el año anterior.

A partir de ahí arrancó un proceso de consultas con médicos y operaciones que llevan a dos años sin jugar. El mayor período de inactividad en su carrera. 

Fueron en total cuatro las cirugías a las que se sometió en estos 731 días. En junio de 2019 lo operó Ángel Ruiz Cotorro, el médico de Rafael Nadal, en Barcelona; en enero del 2020 pasado lo hizo Lee Kaplan, en Miami; en agosto el encargado fue Roland Biedert, el hombre de confianza de Roger Federer, en Berna; y el último 23 de marzo fue el tucumano Jorge Chahla.

El último de los mencionados es un un cirujano ortopédico especializado en lesiones complejas de rodilla y cadera, en Chicago.

En medio, el argentino sufrió además el fallecimiento de su padre, lo que significó un golpe mucho más duro que cualquiera de las lesiones. 

Aún así, Del Potro manifestó una y otra vez su deseo de volver al circuito de tenis para "retirarse en cancha". En ese sentido el gran objetivo eran y son los Juegos Olímpicos de Tokio.

El gran inconveniente es que falta apenas un mes para dicha cita que arrancará el próximo 24 de julio y aún el tandilense no retornó a las canchas.

Sin embargo, aún hay esperanzas de que que la "Torre de Tandil" sorprenda a todos y se presente a defender la medalla de plata conseguida en Río 2016.