Pablo Carballo: "De chico soñaba con recuperar las Malvinas"

#Malvinas 40 Años 01 de abril de 2022 Por El Objetivo
El Objetivo dialogó con el Comodoro Pablo Carballo, uno de los pilotos más destacados en la Guerra de las Malvinas, donde se desempeñó como Jefe de Escuadrilla y oficial de Operaciones.
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Pablo Carballo, el piloto que soñaba con recuperar Las Malvinas.

¿Con qué sueñan los niños? Es una pregunta cuyas respuestas seguramente sean infinitas. Desde ser bombero a cantante, pasando por médico, y hasta ser un jugador de fútbol que gane un mundial con la selección. Pero para el protagonista de esta nota la respuesta era absolutamente diferente: recuperar las Islas Malvinas.

Y el destino haría que aquel niño se convirtiera en el comodoro Pablo Carballo, uno de los pilotos más importantes en la campaña a Malvinas. El Objetivo dialogó con él en este aniversario especial, a 40 años del inicio de la guerra.

“De niño soñaba mucho, ya que vivía en el campo y no tenía con quien jugar. Casi todos los sueños se me cumplieron y uno era recuperar las Islas Malvinas", inició contando Pablo.

“Lo de Malvinas para mí es lo más significativo en la vida, aparte de mi casamiento y mi amor a Dios. Está Dios, mi familia y esto. Era algo que soñaba desde chico. Yo soy hijo de navegador de la Fuerza Aérea, he vivido mi vida en el aire a tal punto que tenía meses de vida y ya estaba volando”, agregó sobre su fuerte vínculo con Malvinas.

Pero ese sueño de niño era más que un simple anhelo, que muchas veces resulta ser inalcanzable, y ya comenzaba a hacerse más fuerte en su adolescencia.

“En el secundario hicimos un concurso,  en el que los alumnos debían eligir una provincia argentina para escribir y trabajar sobre el tema. Y nosotros junto a un compañero elegimos las Islas Malvinas, que en realidad no era una provincia más allá de ser argentinas. Esperábamos la amonestación, porque nos habíamos salido de la regla, pero terminamos ganando el primer premio”, contó Pablo con orgullo.

Ahora, es imporante remarcar que aquel sueño estaba inspirado por un notorio sentido de pertenencia, incentivado por su padre y cultivado por motus propio. “Cuando mi papá me contaba cosas sobre las Malvinas, más investigaba y más me daba cuenta que nos pertenecían, que eran argentinas. No tenía dudas de que eran nuestras”, aserveró.

En el conflicto, Carballo se desempeñó como jefe de Escuadrilla y oficial de Operaciones en el Grupo 5 de Caza que operaba aviones Douglas A-4B Skyhawk.

Cumplió una tarea sobresaliente que consistió, entre otras cuestiones, en hundir varias fragatas inglesas y llevar a cabo incursiones para detener el avance enemigo.

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"Los 74 dias que duró la campaña de Malvinas me queda grabado todo", contó Pablo, al tiempo que habló de lo que significaba estar en permanente peligro: "No tenes miedo, tenes pánico, el 15% de nosotros moría. Había que estar alerta todo el tiempo por lo que el estrés era constante".

“Yo era Jefe de escuadrilla, ya habíamos estado en el conflicto de Chile por lo que teníamos muchas horas de vuelo”, relató sobre su experiencia previa a la campaña de Malvinas quien fuera Oficial de la Fuerza Aérea de Malvinas y alcanzara el rango de Comodoro.

Carballo es  además autor de varios libros sobre la guerra como “Los Halcones no se lloran”, “Un Vuelo al Corazón”, “Poema Número 100”, “​Halcones de Malvinas”, “​Dios y los Halcones”, “Halcones sobre Malvinas” y “Los Halcones no se lloran”. Algunos de ellos con participación de combatientes ingleses, a quienes también se refirió en la charla.

“Los combatientes ingleses son caballeros, son valientes. Cuatro escribieron en mis libros. Uno de ellos al que enterramos vivo, sobrevivió y hoy es amigo mío. Ellos son mis hermanos, Con los políticos ingleses es diferente, porque viven de la muerte, el dolor y el sufrimiento de otros pueblos”, sostuvo.

Uno de los recuerdos más duros que relató Pablo tiene que ver con una carta escrita en puño y letra poe Mirtha Elizabeth Sorbera, una mujer muy especial en su vida. "Mi esposa me mando una carta en la que me decía 'cumplí con tu deber que voy a cuidar a tus hijos', en tono de despedida, y  también 'te voy a dar un beso antes que te maten'. Efectivamente vino y estuvo conmigo unos días".

Por fortuna aquella no fue una última vez, ya que días después, Carballo retornó al país y pudo pasar el resto de su vida con su esposa hijos y nietos, con el deseo y esperanza que las Malvinas algún día "sean efectivamente reconocidas como argentinas, porque nos pertenecen".

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