Los tiroteos dejan más de 30 muertos, conmoción y abre debate sobre armas y racismo
El tiroteo provocó conmoción y consternación en Estados Unidos porque se encadena en una serie de hechos similares ocurridos en los últimos días. Hace menos de 24 horas, un atacante abrió fuego adentro un centro comercial de El Paso, Texas, y mató a 20 personas y otras 26 resultaron heridas, antes de ser detenido.
El presidente norteamericano, Donald Trump, un ferviente defensor de la compra y portación de armas por parte de civiles, le envío vía redes sociales sus condolencias a las víctimas y familiares de los últimos ataques e informó que los servicios federales de seguridad se sumaron a la investigación. "Dios bendiga a la gente de El Paso Texas. Dios bendiga a la gente de Dayton, Ohio" dijo el mandatario antes de confirmar que "el FBI, la policía local y estatal están trabajando juntos en El Paso y en Dayton, Ohio".
"El presidente de Estados Unidos está condonando el nacionalismo blanco" y tiene "una responsabilidad para cortar el brote de raíz", aseguró el alcalde de South Bend, en el estado de Indiana, y aspirante a la candidatura presidencial demócrata, Pete Buttigieg, según la agencia de noticias EFE.
El joven que entró al shopping de El Paso y empezó a disparar de manera indiscrimada fue identificado por las autoridades como un hombre blanco que escribió un manifesto supremacista.
Tras confirmarse ese perfil, la también precandidata presidencial demócrata, la senadora Elizabeth Warren pidió que el discurso y los actos supremacistas blancos se empiecen a calificar como "terrorismo interno".