Se negaron a declarar los dos curas y el jardinero enjuiciados por abusos de niños en el Instituto Próvolo de Mendoza

Sociedad 05 de agosto de 2019 Por El Objetivo
Los dos curas y el jardinero acusados por abusos sexuales cometidos en el instituto para niños hipoacúsicos Antonio Próvolo de Mendoza se negaron a declarar al iniciarse este lunes el juicio en su contra.
InstitutoProvolo
lL defensa de los acusados solicitó que las víctimas testifiquen directamente ante el tribunal Foto: gentileza

Los dos curas y el jardinero acusados por abusos sexuales cometidos en el instituto para niños hipoacúsicos Antonio Próvolo de Mendoza se negaron a declarar al iniciarse este lunes el juicio en su contra.

En la primera jornada, la defensa de los acusados solicitó que las víctimas testifiquen directamente ante el tribunal, lo que fue rechazado por la querella, en un planteo que se resolverá mañana.

"Nos opusimos porque durante la instrucción ya declararon en Cámara Gesell", explicó Oscar Barrera, uno de los abogados de la querella al terminar la audiencia.  

Los dos religiosos acusados son Nicola Corradi, italiano de 83 años, y Horacio Corbacho, argentino, de 59, y el restante imputado es Armando Gómez, de 49, mientras que hubo un cuarto que ya fue condenado y un quinto declarado inimputable.

A Corbacho se lo imputa por 16 hechos, a Corradi por seis y a Gómez por otros seis, en una causa que tiene una decena de víctimas, y por los cargos que pesan sobre ellos podrían recibir condenas de hasta 50 años de prisión.

Los tres acusados se encuentran con detención preventiva: Corradi tiene prisión domiciliaria, mientras que los dos restantes están alojados en la cárcel de Boulogne Sur Mer.  Corbacho y Gómez fueron llevados este lunes esposados hasta la sala de audiencias, mientras que a Corradi se lo trasladó en silla de ruedas escoltado por agentes de la policía.

El Instituto Próvolo fue cerrado en noviembre de 2016 tras las denuncias de los abusos cometidos contra unos 230 niños y niñas, de las cuales sólo 20 declararon en la causa. 

Por esta escuela gratuita para niños sordos e hipoacúsicos pasaron cientos de alumnos, muchos de ellos provenientes de familias humildes y que regresaban a sus casas solo durante los fines de semana.

Fuente: NA

Te puede interesar