Las lluvias torrenciales, que se intensificaron alrededor de las 15 horas, provocaron un rápido desbordamiento de varios puntos del centro de la ciudad. Imágenes dramáticas capturaron la fuerza del agua, arrastrando contenedores de reciclaje y convirtiendo las calles en verdaderos ríos.

Pese al caos, la comunidad demostró su solidaridad y determinación frente a la adversidad. Impactantes fotografías mostraron a residentes navegando en canoas con chalecos salvavidas por las calles inundadas, desafiando la furia de la naturaleza para llegar a sus destinos.

Sin embargo, la situación alcanzó su punto crítico en el Hospital Regional de Villa Dolores, donde las filtraciones en la estructura del edificio perturbaron la prestación de servicios médicos. Los pacientes documentaron con preocupación cómo el agua se filtraba a través de los paneles del techo, destacando la urgencia de abordar las deficiencias en la infraestructura de salud pública.

El intenso temporal puso en evidencia la vulnerabilidad de la región ante eventos climáticos extremos, subrayando la necesidad de medidas preventivas y de respuesta efectivas. Las autoridades locales y provinciales están coordinando esfuerzos para brindar asistencia a los afectados y evaluar las acciones necesarias para mitigar futuros impactos de fenómenos meteorológicos de esta magnitud.