Más de 100 detenidos en Rusia en concentraciones en homenaje a Navalny
Tras conocerse ayer la noticia, en toda Rusia grupos de personas depositaron flores en memoriales improvisados en monumentos en recuerdo de disidentes políticos y hay denuncias de que hubo detenciones, según imágenes publicadas en las redes sociales.
La ONG OVD-Info indicó en su página web que, según su primer balance publicado hoy, "más de 101 personas fueron detenidas en diez ciudades", la mayoría en San Petersburgo y once en la capital, Moscú.
Ante los llamados a manifestarse que circularon en internet, la fiscalía de Moscú advirtió ayer que "organizar o celebrar concentraciones no autorizadas, convocarlas y participar en ellas es una infracción administrativa".
Las protestas son ilegales en Rusia, donde rigen duras leyes para castigar a la disidencia, que incluyen penas de cárcel por criticar al poder, consignó la agencia de noticias AFP. Las autoridades reprimieron con especial severidad las concentraciones en apoyo a Navalny de los últimos años.
Navalny murió en la cárcel del Ártico donde cumplía una sentencia de 19 años, según informó el servicio penitenciario del país y el Kremlin, sin precisar la causa del fallecimiento, ocurrido a un mes de unas elecciones en las que se prevé que el presidente Vladimir Putin consolidará aún más su poder.
Navalny, abogado y bloguero, se consolidó a lo largo de 12 años como el detractor número uno de Putin y de su "partido de ladrones y estafadores", como solía describirlo. Primero se dio a conocer ayudando a organizar grandes manifestaciones, en 2011 y 2012, que finalmente fueron reprimidas, y en 2013 quedó segundo en las elecciones municipales de Moscú, un logro que impulsó su visibilidad.
Acosado por las autoridades e ignorado por los medios de comunicación oficiales, construyó una notoriedad en Internet y en las redes, gracias a la difusión de investigaciones en video virales que denunciaban la corrupción del poder ruso.
En enero de 2021 fue detenido al regresar a su país tras recuperarse en Alemania, donde fue hospitalizado tras ser víctima de un envenenamiento en Rusia que atribuyó a Putin, algo que el Kremlin negó. Desde su arresto fue condenado a altas penas de cárcel tras ser acusado de "extremismo" y "fraude".
Las principales potencias occidentales, desde Estados Unidos, pasando por Alemania, España, Francia y el Reino Unido lamentaron la muerte de Navalny y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que Moscú deberá responder a "serias preguntas" por su fallecimiento.