Cómo las habilidades en el póker pueden ayudarte en los negocios

Business02 de mayo de 2024 Por El Objetivo
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Cómo las habilidades en el póker pueden ayudarte en los negocios

Es común que en el mundo corporativo y de los negocios, la obra popular obra de Sun Tzu “El arte de la guerra” sea uno de las lecturas más recomendadas por mentores y consultores. ¿La principal razón? El autor chino era un afamado estratega militar que logró plasmar su sabiduría del campo de batalla en palabras, describiendo tácticas y aconsejando sobre cómo lidiar con los momentos de conflicto y de qué manera llegar a una solución. 

Aunque pudiera parecer extraño, si hay algún juego de destreza mental que ayude enormemente a ello son los de cartas, especialmente los juegos de poker. Más allá de ser una cuestión de azar o probabilidad, el póker requiere de una gran entereza emocional, además de lucidez y cálculo que permitan al jugador utilizar estrategias, dependiendo de cómo vaya avanzando la partida. Al igual que en el libro de Sun Tzu, el póker enseña resiliencia, a actuar de manera menos visceral y más con el cerebro ante situaciones de tensión y estrés.

¿Por qué el póker?

El póker es un juego de naipes en el cual, cuando se elige la variante Texas Hold’em, consiste en recibir dos cartas que permanecerán ocultas para el resto de los contrincantes, y cinco cartas más se irán exponiendo en diferentes etapas del juego. Conforme avanza la partida, mentalmente tendrás que ir formulando la mejor combinación de tus cartas privadas con las que están sobre la mesa. 

Pero el reto principal no será ese, sino leer a tus rivales e intentar predecir sus movimientos, persuadir a que actúen de cierta forma y engañarlos para hacerlos creer que tienes una mano más o menos competitiva de lo que realmente es. Todo ello, mientras hay una apuesta de por medio que crece conforme avanza el enfrentamiento. 

¿Encuentras alguna similitud en los negocios? Definitivamente hay paralelismos entre esto y una ronda de negociaciones: cada parte tiene sus “cartas” escondidas, al mismo tiempo que hay un asunto –el que se está debatiendo– que funge como las cartas expuestas a la par que sucede un “toma y daca” con el objetivo de obtener el mejor resultado y ganar. Esta comparación no es una ocurrencia actual. Jenny Just, inversora y co fundadora de la firma financiera PEAK6 aseguró que aprendió de pensamiento estratégico, gestión de riesgos y aumento de la confianza cuando se puso a jugar póker: “aprendí por las malas, fallando una y otra vez. Podía haber aprendido simplemente sentándome en la mesa y observando las manos”. 

Desarrollando habilidades en los negocios con el póker

Hay cuatro habilidades sumamente necesarias en los negocios y en el póker que, de ser aplicadas correctamente, pueden traer grandes beneficios:

1.    Saber leer a tu adversario o rival. No hay peor estrategia de enfrentamiento que la que no toma en cuenta a su oponente. Ya sea sus debilidades o sus fortalezas, la lectura del contrario es básica para saber cómo afrontar el encuentro. En los jugadores de póker es vital para evitar caer en la trampa del farol o bluff; en los negocios esto te dará una noción de las necesidades y aspiraciones del rival. Todo lo anterior es con el objetivo de anticipar a lo que pueda hacer el otro, o sorprenderlo con una jugada tipo “as bajo la manga”. 
2.    Gestión de recursos. En el Omaha, las apuestas son limitadas, mientras que en el Texas Hold’em están los No limit que ponen bastante interesante el juego. Como en los negocios, es crucial conocer tus límites y saber cuándo asumir riesgos, teniendo como referencia los recursos con los que dispongas. Claro que a veces es valiente y traerá réditos saber aventurarte y dar un salto de fe, pero siempre intentando minimizar las pérdidas o tomando el menor riesgo posible.  
3.    Inteligencia emocional. Un periodo o momento de bonanza es eso, temporal. Hay que tener la suficiente inteligencia emocional para no dejarse llevar y pensar que así será siempre. Esto va conectado con el punto anterior, pues si estás tanto en una mesa de póker como en un negocio, ganar un par de partidas es muy bueno, pero no quiere decir que debas apostar fuerte invariablemente en las siguientes. Lo mismo aplica para la otra cara de la moneda, la derrota. Aprende a gestionar tus emociones, no te embeleses demasiado con los triunfos y sobreponte a la frustración. 
4.    Paciencia y timing. Bien dicen que “la paciencia es una virtud fundamental para todo”, especialmente para los negocios. Y esta es también una virtud de los grandes jugadores de póker, quienes no se precipitan cuando tienen una mano que parece abrumadoramente ganadora y saben cuándo lanzar la estocada. De la misma forma, cuando una buena combinación de cartas no llega –o un buen trato de negocios– hay que saber esperar. 

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