En la 38° Feria del Libro se vendieron más de 25 mil ejemplares y superó en un 10% a su última edición
Desde la Municipalidad de Córdoba se informó que después de 13 días con una gran diversidad de propuestas y actividades, la edición 2024 de la Feria del Libro llegó a su fin. Como cada año, el encuentro literario fue una verdadera celebración de la cultura, reuniendo a más de 340.000 asistentes de todas las edades y ofreciendo cerca de 250 actividades.
“En tiempos donde desde la política nacional se denosta el acceso a la cultura y la educación, estos espacios siguen convocando a miles de ciudadanos que eligen una y otra vez formarse a través de la palabra, el arte, la actuación y la lectura”, afirmó el intendente Daniel Passerini; y ratificó: “El Estado le abrió las puertas a 340 mil personas y brindó las condiciones para que, en tan solo dos semanas, 25 mil libros estén en manos de cordobeses y cordobesas”.
Durante la 38° edición se vendieron un total de 25.175 ejemplares: un incremento del 10% respecto de la edición anterior. El monto de ventas equivale a $357.404.000.
La Municipalidad de Córdoba realizó una alianza estratégica con Bancor, que contribuyó a las ventas ofreciendo promociones y planes de cuotas sin interés.
Este año, los ejes de identidad, diversidad y accesibilidad guiaron la programación, consolidando a la cultura como un motor de desarrollo.
El secretario de Comunicación y Cultura, Mariano Almada, destacó el éxito de esta edición: «El acceso a la cultura a través del libro, la gastronomía, el turismo, las industrias creativas y culturales, una vez más hicieron ver este círculo virtuoso que genera la cultura. El lema de este año, ‘Cultura que potencia, lecturas que transforman’, verdaderamente ha vinculado el hecho cultural con la industria, y es lo que hemos visto, los números del Observatorio Cultural ratifican el trabajo curatorial pensado.”
Según los datos del Observatorio Cultural de la Municipalidad de Córdoba, la mitad de los asistentes complementaron su visita con actividades gastronómicas en bares y restaurantes de la zona, lo que generó un impacto directo en el sector.
Además, el 23% de los visitantes utilizó el transporte urbano para llegar a la feria, mientras que otros optaron por taxis, remises o vehículos propios, lo que también benefició a los trabajadores y servicios de transporte locales.
Asimismo, uno de cada cuatro asistentes provino del interior provincial o de otras provincias, lo que además de fortalecer el turismo interno, dinamizó sectores como el de la hotelería y el comercio local.
La Feria reafirmó su identidad como un gran acontecimiento cultural federal, un espacio de encuentro donde la pluralidad, el intercambio y la reflexión cobraron protagonismo.
El promedio diario de actividades fue de 20, incluyendo charlas, talleres, presentaciones de libros, debates, intervenciones, conciertos poéticos, narraciones, actividades para infancias, performances, gastronomía, espectáculos musicales, muestras y la participación de artistas y autores locales, nacionales e internacionales.
La Feria fue organizada por la Secretaría de Comunicación y Cultura del Municipio de Córdoba y el Gobierno de la Provincia de Córdoba, en colaboración con la Sociedad Argentina de Escritores – Filial Cba, Calipacer y Universidad Nacional de Córdoba. Acompañaron BANCOR y la Lotería de Córdoba.
La curaduría estuvo a cargo de Tito Dómina y Karina Fraccarolli, y la ciudad y país invitados fueron Neuquén y Bolivia.
“Cultura que potencia, lecturas que transforman”
El tunga tunga tuvo un lugar destacado en la programación con la propuesta “El cuarteto es cultura, arte, literatura y políticas públicas”, un espacio dedicado a explorar el impacto del cuarteto en la identidad y cultura popular cordobesa, a través de mesas redondas y análisis interdisciplinarios.
La gastronomía también fue protagonista con “Utuco”, una grilla que ofreció lo mejor de la cocina cordobesa y regional, permitiendo a los asistentes disfrutar de una experiencia cultural completa que fusionó literatura y sabores locales.
Otros de los ejes que guiaron la edición fueron la accesibilidad y la diversidad. En ese sentido, se implementaron protocolos para garantizar una feria más accesible, incluyendo una zona de regulación TEA, rampas y espacios adaptados para personas con movilidad reducida. Entre las actividades destacadas en este ámbito, se llevó a cabo la charla debate «La adaptación literaria para las infancias divergentes», y se presentó «Diversidad e inclusión para transformar el mundo», un libro que apunta al reconocimiento de la diversidad en las infancias.
Este año, la Feria del Libro ofreció una programación diversa con cinco ciclos que invitaron a explorar distintos aspectos de la literatura. El Espacio Vicente Luy fue sede de SUBTE, dedicado al mundo de las historietas; #Miradas, centrado en la novela contemporánea; Viene Poesía, que reunió a poetas de distintos barrios; Narraciones Crónicas, una fusión entre periodismo y escritura; y Cine y Literatura.
Un año más, el Espacio Baron Biza reunió a 35 editoriales independientes de Córdoba, donde los stands fueron atendidos por sus propios editores, ofreciendo una experiencia de intercambio directo con los lectores. Además, se llevaron a cabo actividades gratuitas como presentaciones de libros, conversatorios sobre autoficción y prácticas editoriales, maratones de narración y más.