Francisco descansa luego de dos crisis respiratorias que le obligaron a reanudar la ventilación no invasiva

El Papa descansa este martes 4 de marzo tras sufrir nuevos contratiempos en su lucha contra una neumonía bilateral: dos nuevas crisis respiratorias agudas que le obligaron a volver a utilizar ventilación mecánica no invasiva para respirar.
En su parte del martes por la mañana, el Vaticano señaló que el pontífice argentino “durmió toda la noche, ahora sigue descansando”.
Francisco, de 88 años, sufrió las dos crisis el lunes. Los doctores extrajeron “copiosas” cantidades de moco acumuladas en sus pulmones, según indicó el Vaticano en un comunicado tardío.
Se le realizaron dos broncoscopias, en las que se introdujo un tubo con cámara en sus vías respiratorias con un succionador en la punta para extraer los fluidos.
El Papa, que padece una enfermedad pulmonar crónica y se le extirpó parte de un pulmón cuando era joven, volvió a recibir ventilación mecánica no invasiva: una máscara que le cubre nariz y boca y bombea oxígeno a los pulmones.
Se mantuvo alerta, orientado y cooperó con el personal sanitario, apuntó el Vaticano. El pronóstico seguía siendo reservado, lo que significa que no está fuera de peligro. Los médicos no dijeron si se mantenía en condición estable, aunque se refirieron a las crisis en pasado, lo que sugirió que ya habían terminado.
Las crisis fueron un nuevo revés en lo que se ha convertido en una batalla de más de dos semanas del débil religioso para superar una compleja infección respiratoria.
El Vaticano indicó que el moco que se había acumulado en los pulmones de Francisco era la reacción de su cuerpo a la neumonía original y no una nueva infección, dado que las pruebas de laboratorio no indicaban la presencia de ninguna nueva bacteria.
El doctor John Coleman, médico de cuidados intensivos pulmonares en el Northwestern Medicine en Chicago, dijo que los episodios del lunes eran más preocupantes que el que había sufrido el viernes, cuando un ataque de tos le hizo inhalar algo de vómito que tuvo ser extraído y se le colocó ventilación mecánica no invasiva durante un día.
Haber recurrido a las broncoscopias refleja un preocupante nivel de moco y flema en los pulmones, apuntó Coleman. “El hecho de que tuvieran que entrar y retirarlo manualmente es preocupante, porque significa que no está eliminando las secreciones por sí mismo”, añadió.
“Da pequeños pasos hacia adelante y luego retrocede”, señaló Coleman, que no está involucrado en la atención que recibe Francisco.
La hospitalización del Papa Francisco, que llegará a las 18 noches el martes, está lejos del récord establecido durante los numerosos y prolongados ingresos de San Juan Pablo II a lo largo de un cuarto de siglo. El más largo fue en 1981, cuando pasó 55 días en Gemelli por una operación menor y para ser tratado de la grave infección que sufrió después.
Fuente: Agencia AP