Este viernes, autoridades de la Policía de Córdoba y el fiscal Guillermo González brindaron una conferencia de prensa que arrojó luz sobre uno de los escándalos institucionales más graves de los últimos tiempos. La causa involucra directamente al jefe de la Policía Caminera, Maximiliano Ochoa Roldán, quien fue detenido e imputado por delitos como asociación ilícita, extorsión, peculado y enriquecimiento ilícito.

“Utilizaban su lugar en la Policía para cometer ciertos delitos”, sostuvo el fiscal González, al confirmar que la investigación comenzó a partir del testimonio de un colega que rastreaba a una banda delictiva con supuestos vínculos con efectivos policiales.

La imputación formal incluye los delitos de coacción, extorsión, peculado, enriquecimiento ilícito, encubrimiento por omisión de denuncia y asociación ilícita en calidad de jefes.

Además de Ochoa Roldán, fueron arrestados otros seis uniformados, entre ellos:

• Martín Darío Heredia, comisario inspector.
• Jorge Gutiérrez, comisario inspector de la Dirección de Protección de Testigos.
• Dante Gabriel Villalba, suboficial y chofer de Jefatura.
• Gastón Ochoa Roldán, hermano del jefe de la Caminera.

Según detalló González, “los implicados cobraban dinero a través de civiles”. “Tienen que ver con el acceso a información privilegiada. No tiene que ver el tema de las multas, ni con la función que desempeñaban en cada oficina a su cargo. Utilizando esa información han estafado a mucha gente”, dijo.

Por su parte, el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, respaldó el accionar de la Justicia y afirmó: “Desde el primer día, el gobernador nos encomendó la tarea de ejecutar una política de absoluta transparencia en las fuerzas”. A su vez, adelantó que todos los implicados serán separados de sus cargos.