El presidente Javier Milei no pudo desarrollar con normalidad el acto de campaña que tenía previsto en Ushuaia, Tierra del Fuego, debido a las protestas organizadas en rechazo a las políticas económicas de su gobierno. Ante la situación, el mandatario habló brevemente con un megáfono en la calle, cerca del hotel donde se alojaba, y luego emprendió el regreso a Buenos Aires.

El evento estaba programado para realizarse en la intersección de San Martín y Don Bosco, una esquina céntrica y tradicional de la capital fueguina. Sin embargo, dos marchas opositoras se concentraron en plazas cercanas, en un clima de tensión marcado por el descontento de los trabajadores locales ante la reducción de aranceles a las importaciones, medida que consideran perjudicial para la industria de la provincia.

En su breve discurso, Milei buscó transmitir optimismo a la militancia: “Bajó la inflación, la inseguridad, la pobreza y la indigencia, todo abrazando las ideas de la libertad. Les pido que no aflojen. Esta vez el esfuerzo va a valer la pena. No queremos volver al pasado, queremos seguir el camino de la esperanza. La Libertad Avanza o la Argentina retrocede”, expresó.

La comitiva presidencial resolvió adelantar la partida y el avión despegó a las 18.30 hacia Buenos Aires. La visita de Milei a Tierra del Fuego, aunque más corta de lo previsto, dejó expuesto el clima de confrontación que atraviesa la campaña en una provincia con fuerte sensibilidad industrial.