El Gobierno de Milei envía la reforma laboral pero evita meterse con las cajas sindicales

Política10 de diciembre de 2025 Por El Objetivo
En medio del debate por la reforma laboral, el Gobierno decidió postergar cualquier cambio sobre el financiamiento sindical. Adorni confirmó que los aportes obligatorios no se tocarán “por ahora”.
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El Jefe de Gabinete, Manuel Adorni,

El Gobierno marcó este miércoles una línea política nítida hacia el mundo sindical: las cajas de los gremios quedan fuera de la reforma laboral. En una administración que hizo de la “motosierra” su marca discursiva, preservar el sistema de aportes obligatorios no es un detalle técnico, sino un movimiento estratégico en un terreno de máxima sensibilidad.

La confirmación llegó de la mano del jefe de Gabinete, Manuel Adorni, quien ya se consolidó como la voz que mezcla anuncios administrativos con definiciones ideológicas. En su conferencia desde Casa Rosada, el funcionario buscó ordenar expectativas antes del envío al Congreso del proyecto de “modernización laboral”, y lo hizo con una frase que resonó como alivio en la CGT: los cambios en el modelo sindical quedarán para “una segunda ley”.

Con su habitual precisión, Adorni fue categórico: “En principio no va a haber modificaciones” respecto de los aportes que sostienen financieramente a los gremios. La Casa Rosada entiende que abrir, al mismo tiempo, la discusión laboral y el debate por el régimen sindical sería multiplicar frentes de conflicto en un contexto parlamentario ajustado y con gobernadores que negocian voto a voto.

El Gobierno concentra su energía en sacar adelante una reforma que busca “dar vuelta la página” de un mercado laboral con 50% de informalidad. El proyecto ya fue cerrado y está listo para ser enviado al Congreso, aunque Adorni advirtió que la discusión podría estirarse incluso hasta mediados de enero, según el avance de la “técnica legislativa”, una forma elegante de recordar que los tiempos parlamentarios rara vez acompañan la urgencia política.

En paralelo, continúa la pulseada con los gobernadores. Adorni reconoció que seguirán las reuniones, pero marcó que algunos mandatarios ya se posicionaron como opositores duros. 

Para descomprimir tensiones, el jefe de Gabinete aclaró que la ausencia de referentes sindicales en la última reunión del Consejo de Mayo respondió a cuestiones logísticas y no a un quiebre político. Sin embargo, la señal principal del día quedó en pie: la caja sindical no se toca. Al menos, no en esta primera batalla legislativa que el Gobierno pretende dar para reconfigurar el sistema laboral argentino.

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