Después de semanas de reuniones, idas y vueltas y negociaciones con gobernadores, legisladores, empresarios y representantes sindicales, el gobierno de Javier Milei firmó el proyecto definitivo de reforma laboral, que será enviado al Congreso en las próximas horas. La iniciativa, trabajada en el marco del Consejo de Mayo, busca modernizar la normativa vigente y avanzar en cambios estructurales en materia de vacaciones, indemnizaciones, despidos, banco de horas, regímenes especiales y digitalización laboral.

El texto, que reúne aportes de distintos sectores pero mantiene el sello del oficialismo, llega al Parlamento en un contexto tenso, con la mayoría del sindicalismo anticipando resistencia y con el Congreso como escenario central de los próximos meses.

Vacaciones: más flexibilidad, pero con límites

La reforma mantiene los pisos establecidos por la Ley de Contrato de Trabajo, pero suma flexibilidad: empresas y trabajadores podrán acordar ampliaciones del período vacacional y también fraccionarlo, con la condición de que cada tramo tenga un mínimo de siete días consecutivos.

El empleador deberá otorgar las vacaciones entre el 1° de octubre y el 30 de abril, notificando con 30 días de anticipación. Además, se establece que al menos una vez cada tres años el descanso deberá coincidir con el verano. Para otorgar vacaciones fuera del período legal, la empresa deberá justificarlo y obtener autorización oficial.

Banco de horas: el punto más sensible

El proyecto habilita un régimen de banco de horas, donde empleado y empleador podrán pactar, por escrito y de manera voluntaria, la compensación de horas extra mediante días libres o jornadas reducidas, en lugar del pago tradicional.

Los convenios colectivos podrán fijar métodos de cálculo por promedio para la jornada máxima, respetando descansos mínimos de 12 horas entre jornadas y 35 horas semanales.

El sistema apunta a flexibilizar picos productivos, uno de los reclamos centrales del sector empresarial.

Indemnizaciones y despidos: se abre la puerta a fondos sectoriales

El proyecto incorpora un cambio estructural: podrán reemplazarse las indemnizaciones tradicionales por fondos o seguros de cese laboral, financiados por aportes patronales mensuales.

Para los casos en que se mantenga el sistema actual, la indemnización por despido sin causa seguirá siendo de un mes por año trabajado, con bases y topes más estrictos. La remuneración “normal y habitual” excluye pagos extraordinarios y no podrá superar tres veces el salario promedio del convenio, con un piso del 67% de ese valor.

El texto diferencia claramente despidos justificados y sin causa, habilita pago fraccionado bajo condiciones estrictas y establece lineamientos para casos de fallecimiento del trabajador.

Servicios esenciales: se fijan porcentajes de funcionamiento mínimo

En actividades consideradas críticas o esenciales, se establecen niveles obligatorios de prestación ante conflictos:

75% para servicios críticos

50% para sectores estratégicos: salud, energía, transporte, educación, logística, bancos y comercio digital.

Digitalización total de la documentación laboral

Los recibos de sueldo, planillas de asistencia, certificados médicos y documentación relacionada pasarán a ser 100% digitales, con la misma validez que el formato papel. Las ausencias por enfermedad deberán registrarse en un sistema centralizado de validación médica.

Enfermedad y ausencias: nuevas reglas y supervisión médica

Se formaliza la validez de los certificados médicos digitales y se permite a empresas y seguridad social verificar diagnósticos. La reincorporación queda supeditada al alta médica definitiva, y si es parcial, la remuneración será proporcional a la capacidad recuperada.

Trabajo doméstico y agrario: períodos de prueba más largos

El régimen de casas particulares extiende el período de prueba a seis meses, digitaliza recibos y formaliza obligaciones sobre ropa, elementos de trabajo y alimentación.

En el sector agrario, el período de prueba será de ocho meses, con posibilidad de rescisión sin causa ni indemnización, mediante preaviso de 15 días. Se garantiza negociación colectiva y pisos salariales nunca inferiores al salario mínimo.

Fondos de Asistencia Laboral: un nuevo esquema de respaldo

Se crean los Fondos de Asistencia Laboral (FAL), financiados con un 3% del salario, que funcionarán como colchón económico ante despidos en el sector privado. Su administración no genera obligaciones directas hacia los trabajadores, pero sí actúa como garantía para su cobertura ante ceses laborales.

Un debate caliente en el Congreso

El envío del proyecto activa una pulseada política inmediata. Con una CGT en alerta y gobernadores negociando punto por punto, la reforma laboral promete convertirse en uno de los debates más extensos y sensibles del verano legislativo.

Para el Gobierno, representa la “segunda etapa” de su plan económico y productivo. Para la oposición sindical y buena parte del arco político, un rediseño profundo que redefine el mundo del trabajo en la Argentina.