En la sede de la Fuerza Policial Antinarcotráfico, el gobernador Martín Llaryora encabezó la toma de juramento de 244 oficiales que fueron formados en la Universidad Provincial de Córdoba, de los cuales 79 se encuentran trabajando desde hace cuatro meses.

La UPC capacitó a los efectivos para el abordaje integral de la prevención, investigación y combate contra el narcotráfico, iniciativa que es fruto de una alianza estratégica entre la Casa de Altos Estudios y el Ministerio Público Fiscal de Córdoba.

Es importante destacar que en este proceso estos agentes que hoy juraron provienen de las Fuerzas Armadas, y su incorporación a la FPA fue posible gracias a la Ley provincial 11.029, impulsada por el Ejecutivo, que habilita el ingreso de personal militar a esta fuerza especializada.

Esta capacitación universitaria representa un avance significativo, ya que se trata de la primera formación con base académica universitaria dirigida específicamente a agentes vinculados al combate contra el narcotráfico. 

Las comisiones se instruyeron en el Instituto de Gestión e Innovación Tecnológica y Productiva (IGTP), accediendo a contenidos jurídicos, operativos, sociales y de derechos humanos aplicados a la investigación de delitos complejos.

Según las autoridades, es la primera vez que agentes con estas características reciben una formación sistemática y con estándares académicos universitarios, un paso crucial para elevar la calidad investigativa y fortalecer la institucionalidad de la fuerza.

Tras culminar sus estudios, los agentes recibieron certificados del Trayecto de Formación Profesional inicial de Orientación en Persecución del Narcotráfico.

Durante el acto, el mandatario provincial se dirigió a los nuevos oficiales y remarcó que su incorporación a la Fuerza Policial Antinarcotráfico no fue producto de la casualidad, sino de una definición estratégica del Estado provincial: “Hoy están acá como fruto de una decisión política para defender a nuestra sociedad”.

“Nosotros vamos a seguir defendiéndolos, invirtiendo y capacitando. Son parte de una fuerza de élite, con capacitación universitaria del máximo nivel, única en Sudamérica”, enfatizó.

Llaryora señaló además que la ampliación del fuero especializado derivó en la duplicación de la cantidad de fiscalías, lo que permite investigar mejor y con más recursos, “pero eso no alcanzaba si no había una fuerza que pudiera acompañar esa investigación para combatir al crimen organizado”.