La portavoz Gabriela Cerruti señaló en conferencia de prensa que el presidente Alberto Fernández no se comunicó con la familia, pero destacó que "está a disposición para conversar cuando ellos lo deseen".
Entre lágrimas, Pedro, quien había iniciado el negocio familiar de Ramos Mejía en el que mataron a su hijo Roberto Sabo, criticó al presidente Alberto Fernández y a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Los delincuentes, un joven de 29 años y una chica de 15, entraron al local con fines de robo y en circunstancias que no se habían determinado, le dispararon en la cabeza a Sabo, para luego darse a la fuga.