Se trata de Fernando Casalino, empleado de la clínica Aconcagua, que aquella madrugada negó que el menor de 17 años ingrese al hospital para ser atendido por el tiro que recibió en la espalda.
El fiscal Oscar Ciruzzi, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº7, había pedido la pena de cuatro años y medio de prisión por haber ejercido violencia de género y amenazas a su ex mujer, a su ex suegro y su ex empleada doméstica.
Por el hecho, Norberto Manuel Salinas fue condenado por el delito de "homicidio doblemente agravado por alevosía y criminis causa, en concurso real con robo agravado y resistencia a la autoridad".
Zanchetta fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión, por el delito de "abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido en perjuicio de dos seminaristas".