Es una problemática que persigue a millones de chicos y chicas alrededor del mundo y que como resultado directo o indirecto es la causa de unas 200 muertes por año.
Cuanto más perciban los y las jóvenes un clima escolar y familiar negativo, mayor es la posibilidad de que manifiesten entre ellos conductas violentas y agresivas. La conclusión surge de un estudio de la UNC y el Conicet en 47 escuelas secundarias de Córdoba.