Córdoba y el desafío de recuperar el equilibrio ambiental tras los incendios
Córdoba enfrenta nuevamente la necesidad de recuperar su medio ambiente. La temporada de incendios de este 2020 provocó un profundo impacto social. Las imágenes de la vegetación serrana siendo consumida por el fuego potenciaron el particular estado de ánimo de una sociedad sometida a condiciones inéditas como consecuencia de la pandemia.
En este contexto, la Secretaría de Ambiente de Córdoba encabeza el proceso de restauración ambiental de las zonas afectadas por incendios. Para ello se planea plantar más de 45.000 ejemplares de flora nativa.
La naturaleza se desarrolla encadenando los diversos ciclos de sus protagonistas. El clima, la flora, y la fauna llevan sus propios ritmos en una armonía inagotable, con su dinámica particular. Pero, la disonancia está presente en la intervención humana sobre el ambiente.
El planteo de las autoridades resulta lógico, pero: ¿será suficiente para remediar el constante impacto del accionar de la “civilización”?
Sabemos que las plantas autóctonas se caracterizan por su adaptación a las condiciones ambientales del lugar. Simplemente están hechas para vivir aquí. Eso las hace eficientes, porque no necesitan más de lo que les ofrece el lugar en donde están. A la vez, intervienen en la regulación de la absorción de las lluvias, protegiendo las cabeceras de las cuencas.
Luego del desastre provocado por el fuego, el paisaje serrano irá recobrando paulatinamente el manto inferior de vegetación, los pastizales, luego se dará la recuperación de los árboles. Poco a poco, la propia naturaleza irá cerrando sus heridas. Así fue, así es y será.
Pero la intervención humana en el medio ambiente cordobés es muy intensa. Y allí está el gran dilema. Se plantarán todos los árboles nativos que hagan falta, pero cómo se controlarán todas las acciones que requiere la actividad humana.
Muchas veces los fuegos que arrasan nuestro territorio nacen en basurales a cielo abierto que nunca terminan de ser transformados en vertederos operados con racionalidad. ¿Cuántos años hace que la ciudad de Córdoba, y las ciudades dormitorio del cordón de Sierras Chicas no encuentran una solución al tratamiento final de sus residuos urbanos?
La presión sobre el marco natural derivada del crecimiento demográfico es evidente. El desarrollo de las urbanizaciones en el área metropolitano de la ciudad de Córdoba y los corredores de Sierras Chicas y Punilla es otro desafío a contemplar.
Los árboles nativos son parte de la solución, pero los seres humanos somos parte del problema. No tomar conciencia definitivamente de esto, y no actuar en consecuencia, será seguir avivando los fuegos que arrasarán nuestro patrimonio ambiental.